domingo, 20 de mayo de 2007

Capital Humano

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
ÁREA DE ESTUDIOS DE POST GRADO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES.







CAPITAL HUMANO.
(Consideraciones a propósito de la lectura del libro “CAPITAL HUMANO”
de THOMAS O DAVENPORT)
Asignación Número 3 Individual Pre-Curso de la Cátedra
“Temas de Administración de Recursos Humanos”





AUTOR:
Magíster en Derecho del Trabajo RIERA BLANCO, DIEGO ENRIQUE.
PROFESOR:
Dr. ERNESTO OJEDA.

VALENCIA, OCTUBRE 5 DEL 2006
El libro “Capital Humano. Creando ventajas competitivas a través de las personas”, de Thomas O. Davenport[i], está dividido en dos partes (“Exposición del contexto” y “Entrada en acción”).

Primera Parte: Exposición del Contexto: En este punto, trae 3 capítulos a su vez: “El trabajador como inversor. Una nueva metáfora”, “Inversiones y rendimientos del capital humano” y “Capital humano y estrategia competitiva”, haré un breve resumen de este primera parte, dejando la segunda parte para otra entrega.

1.- El trabajador como inversor. Una nueva metáfora. (Págs. 21 a 35) Resalta el autor, que en lo referente a la inversión de capital humano ha de desenvolverse en un contexto de constante evolución. El ambiente laboral es un “microclima”, asegura, en el sentido de que si se aguarda un minuto, cambiará el tiempo metereológico. Señala también que de las cinco profesiones que se espera que crezcan más rápido, dos requieren conocimientos prácticos de informática (ingenieros informáticos y analistas de sistemas), es por ello que la tecnología impulsa más aún el capital humano, al tiempo que logra que las empresas le resulten más difícil retener a un trabajador. Según Davenport, existe en la actualidad la tendencia hacia una permanencia más breve en un puesto de trabajo y hay, además; mayor inversión por parte de éstos en la formación académica.


2.- Inversiones y rendimientos del capital humano. (Págs. 37 a 63) Señala Davenport, que el término capital humano, apareció por primera vez en un artículo del Premio Nobel de Economía, Theodore W. Schultz, publicado en 1961, en la American Economic Review y que la mayoría de los autores coinciden en que el capital humano comprende habilidades, experiencias y conocimientos. Él, por su parte, distingue cuatro (4) elementos; los cuales se integran de manera aditiva y multiplicativa, en la siguiente fórmula:
INVERSIÓN TOTAL
DE CAPITAL HUMANO = [CAPACIDAD + COMPORTAMIENTO] x ESFUERZO x TIEMPO
(ICH)

A su vez, la CAPACIDAD, a la cual define como “pericia en una serie de actividades o formas”, consta de tres componentes: 1) CONOCIMIENTO, la cual “representa el contexto intelectual dentro del cual actúa una persona”, 2) HABILIDAD, la cual define como “familiaridad con los medios y los métodos para realizar una determinada tarea. Las habilidades pueden abarcar desde la fuerza y la habilidad físicas a un aprendizaje especializado”, y 3) TALENTO, la cual es la “facultad innata para realizar una tarea específica”. El COMPORTAMIENTO, “significa medios observables de actuar que contribuyen a la realización de una tarea”. El ESFUERZO “es la aplicación consciente de unos recursos mentales y físicos a un fin concreto”. Y por TIEMPO “se entiende el elemento cronológico de la inversión de capital humano: horas al día, años de una carrera profesional o cualquier unidad intermedia”.
3.- Capital Humano y Estrategia Competitiva. (Págs. 65 a 83) Davenport, trata en este capítulo también al COMPROMISO (con la Empresa, de Actitud, Programático y basado en la lealtad), la INVOLUCRACIÓN CON EL PUESTO DE TRABAJO, el DESEMPEÑO y el RENDIMIENTO DE LA INVERSIÓN.

Mintzberg (1994)[ii], citado por Davenport, desarrolló una tipología de la estrategia que analiza estas nociones en cinco categorías: 1) Proyectada, 2) Premeditada, 3) Irrealizada, 4) Emergente y 5) Realizada.

S. Henry (1998), también citado por Davenport, señala que: “En 1980 la clave del éxito radicaba en adquirir nuevas empresas. Ahora la clave cosiste en encontrar a los individuos adecuados”[iii]. En tal sentido, una empresa (o una corporación, si solo está formada por una empresa) elegirá su trayectoria entre unos cuantos productos (o servicios) y temas del mercado.

Davenport define a las capacidades organizativas como “las destrezas colectivas de la unidad empresarial (diferenciadas de las capacidades individuales que constituyen el capital humano” o como “los mecanismos activadores de la estrategia: la energía, las proezas y la fuerza que tornan manifiesta la estrategia”.

Towers Perrin, citado por Davenport, presenta los diez factores considerados como más importantes para alcanzar el éxito en la industria de telemedios, así: 1) Aumento de la cuota de mercado y de los ingresos, 2) Retención de clientes a través de una mejora de servicio, 3) Inversión estratégica para conseguir una ventaja tecnológica, 4) Incremento del nivel de competencia de los empleados para hacer frente a nuevas demandas del mercado, 5) Entendimiento del “valor” desde la perspectiva del cliente, 6) Introducción de nuevos productos y servicios, 7) Ampliación de la capacidad de desarrollo y distribución de productos y servicios de alto valor, 8) Nueva estructuración de los procesos de trabajo para aumentar la eficacia o mejorar el servicio, 9) Creación de alianzas o de nuevas empresas para ingresar en mercado y 10) Realización de un perfeccionamiento continuo.

El mismo autor, Towers Perrin, citado por Davenport, presenta las veinticuatro capacidades superiores de organización en la industria de telemedios, mediante la elaboración del siguiente cuadro:

Rango

Rango
Personal
· Atraer personas con destrezas para triunfar.
· Suscitar e incrementar el compromiso del empleado.
· Alinear los programas de recursos humanos con la estrategia.
· Comunicación a través de la organización.
· Capacitar y desarrollar eficazmente la fuerza laboral.

Organización
· Máxima eficacia de la organización de ventas
· Incrementar la eficacia y la efectividad organizativas.

Gestión general
· Medir y gestionar el rendimiento.
· Comprender y gestionar a favor de la rentabilidad.
· Ganar conocimientos sobre estrategias competitivas.
· Negociar, promover y constituir acuerdos beneficiosos.

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Clientes
· Adquirir nuevos clientes.
· Gestionar las relaciones con los clientes.
· Adecuar los servicios a las necesidades de los clientes.
· Resolver los problemas empresariales del cliente.


Productos y servicios

· Proporcionar al cliente un servicio fiable y de calidad.
· Innovar.
· Tecnología eficiente para promover y crear productos y servicios.
· Mejorar continuamente productos y servicios.
· Adquirir y aplicar tecnología de punta.
· Aportar al mercado nuevos productos y servicios.
· Desarrollar nuevos productos y servicios.
· Construir una identidad de marca.
· Valor/precio de productos/servicios.

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Fuente: 1997 Towers Perrin.[iv]

Davenport también busca respuestas a las siguientes interrogantes: ¿por qué no varían más los modelos de Capital Humano?... o ¿Por qué las empresas compiten en diferentes sectores y emplean estrategias diversas desean los mismos tipos de capital humano?... (sic) Y explana algunas teorías formuladas al respecto. Finalmente se plantea las capacidades de gestión del Capital Humano, analizando qué capacidades organizativas necesitan y qué tipos de competencias específicas de gestión de personal requerirían la función de llevar a cabo su papel estratégico.
NOTAS
[i] DAVENPORT, Thomas O., (2006) Capital Humano. Creando ventajas competitivas a través de las personas. Planeta DeAgostini Profesional y Formación, S.L., España.
[ii] H. Mintzberg. The Rise and Fall of Strategic Planning (Nueva York: Free Press, 1994), pp. 23 y 24.
[iii] S. Henry, “Culture Club: Sipning Up the High-Tech Worforce”, Tech-Capital, marzo-abril de 1998, pág. 43.
[iv] Idem, pág. 74.

El Mobbing o Psicoterror ¿Está previsto en la legislación venezolana?...

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
ÁREA DE ESTUDIOS DE POST GRADO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES.







El Moobing o Psicoterror
(¿Está previsto en la Legislación Venezolana Vigente?)
Asignación Número 2 Individual Pre-Curso de la Cátedra
“Temas de Administración de Recursos Humanos”







AUTOR:
Magíster en Derecho del Trabajo RIERA BLANCO, DIEGO ENRIQUE.
PROFESOR:
Dr. HÉCTOR LUCENA.
VALENCIA, OCTUBRE 5 DEL 2006
El Moobing o Psicoterror. (¿Está previsto en la Legislación Venezolana Vigente?). Un caso muy particular de un ex trabajador de la Refinería El Palito, integrada a la filial PDVSA PETRÓLEOS, S.A., de Petróleos de Venezuela, S.A., en donde se le imputó, un DELITO, de los de acción privada, como lo es el delito de INJURIA GRAVE, previsto y sancionado en el Artículo 444 y siguientes del Código Penal, el cual aparece tipificado de la siguiente manera:

“Artículo 444 del CÓDIGO PENAL. Todo individuo que en comunicación con varias personas, juntas o separadas, hubiera ofendido de alguna manera el honor, la reputación o el decoro de alguna persona, será castigado con prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.).

Si el hecho se ha cometido en presencia del ofendido, aunque esté sólo, o por medio de algún escrito que se le hubiere dirigido o en lugar público, la pena podrá elevarse en una tercera parte de la pena a imponer, incluyendo en ese aumento lo referente a la multa que deba aplicarse, y si con la presencia del ofendido concurre la publicidad, la pena podrá elevarse hasta la mitad.

Si el hecho se ha cometido haciendo uso de los medios indicados en el primer aparte del artículo 442, la pena de prisión será por tiempo de un año a dos años de prisión y multa de doscientas unidades tributarias (200 U.T.) a quinientas unidades tributarias (500 U.T.).

Parágrafo único: En caso de que la injuria se produzca en documento público o con escritos, dibujos divulgados o expuestos al público o con otros medios de publicidad, se tendrá como prueba del hecho punible y de la autoría el ejemplar del medio impreso o copia de la radiodifusión o emisión televisiva de la especie injuriante.”


Me ha hecho investigar los Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos (DDHH), concatenándolos con una corriente nueva que ha saltado a las luces del Derecho del Trabajo, como lo es: “El Moobing o Psicoterror, (¿Está previsto en la Legislación Venezolana Vigente?”, el cual es el título del presente informe y que me permito escribir en primera persona por tratarse de un caso muy particular.

El Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor, publicó a través de la editorial VADELL HERMANOS Editores, en Agosto del año 2005, su libro: “Nueva Causal de Retiro: El mobbing, Psicoterror, Acoso Moral, Estrés Laboral”. Entre el 19 y 20 de Mayo del año 2006, tuvo lugar en la ciudad de Valencia, Estado Carabobo, específicamente en la sede del Colegio de Abogados, un Taller, en homenaje al difunto abogado Jaime Tortolero, en la cual participó el Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. Al final de su ponencia, ofreció las láminas de su presentación. Leí todo el material con profundidad (el libro y las láminas), grabé la ponencia, la he escuchado varias veces, y he observado un intento tanto de González como de otros autores que han tratado el tema del mobbing en Venezuela, en artículos de prensa y otros de buscarle un asidero legal al punto.

Es en esa búsqueda en donde adaptando el tema a mi caso en particular, encontré un aporte que ofrecer, el cual trataré de esquematizar y condensar de la siguiente manera:

1.- El Caso Unifot o la apertura del tema del mobbing en nuestro país. Es una jurisprudencia relacionada con el mobbing, quien define por primera vez, la acepción precisada como psicoterror, de la siguiente forma:

“Sufrimiento de un padecimiento psicológico por parte del trabajador, originado por la actuación del patrono y la actuación intencional y dolosa de éste a los fines de lograr coaccionar al trabajador a realizar actos que denigren o disminuyan su condición laboral en tal relación.”


Este concepto se genera en un recurso de casación (23 de julio de 2004, 30 de junio de 2004 y 13 de julio de 2004, Carmen Medina, Helianta Mejías y Yusmary Godoy contra UNIFOT II), formalizado por un grupo de trabajadores de la empresa de forma independiente y por el mismo caso, los cuales fueron juzgados por dos jueces de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia.

Los hechos fueron los siguientes: En una tienda Unifot se registró la desaparición material de un monto de aproximadamente 15 millones de bolívares, de lo que la empresa responsabilizó a Medina, e intentó que Mejías y Godoy atestiguaran en contra de la primera bajo coerción y amenaza. Las tres trabajadoras recibieron un trato vejatorio y humillante, que provocó una serie de daños de tipo psicológico, tanto por la acción inmediata como las acciones derivadas del hecho, que no fue comprobada la culpabilidad de ninguna de éstas, consistentes en su retención el día del hecho sin permiso para almorzar hasta la llegada de la policía, y la retención posterior de hasta 90% del salario durante 3 meses, el traslado de éstas a otras sucursales y la obligación de la aceptación de la renuncia. En los tres casos, se diagnosticó un cuadro de angustia – depresión que por parte de los psicólogos tratantes, que requirió reposo y tratamiento médico.

2.- Los Derechos Humanos (DDHH), la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los Tratados Internacionales suscritos y aprobados por nuestro país. Dada la vinculación estrecha del Psicoterror, Acoso Moral, Estrés Laboral o Mobbing con el respeto a los Derechos Humanos, a la dignidad, a la no Discriminación, etc; tal vinculación hace posible que se pueda para ilustrar al lector, abordar el contenido de algunos artículos de nuestro texto constitucional. El articulo 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra la garantía efectiva de los Derechos Humanos, el respeto obligatorio de ellos por parte de los funcionarios del Estado adicionándole lo que muchos doctrinarios han dado en llamar el respeto y la aplicación en el orden interno de las normas supraconstitucionales que en principio tienen su génesis en los tratados, pactos o acuerdos internacionales suscritos y ratificados por la Republica de Venezuela.

Artículo 19 de la CRBV. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público de conformidad con la Constitución, los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República y las leyes que los desarrollen.

En tal sentido, y gracias a la ayuda del «MANUAL PARA LA APLICACIÓN DE INSTRUMENTOS INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS», publicado por el «PROYECTO DE CAPACITACIÓN DE JUECES EN DERECHOS HUMANOS», en la página www.jueces.org.ve, o en la del Tribunal Supremo de Justicia (www.tsj.gov.ve), a la cual se tiene acceso dándole clic a la columna izquierda, en la barra de «Miscelaneas», he logrado enumerar que para el caso de que a un trabajador se le impute un delito, al momento de terminar la relación del trabajo, como ocurrió en el caso particular al que hice mención en este Informe, se aplicarían los siguientes tratados internacionales:

1.- En el marco de la Organización Internacional del Trabajo: la “Declaración de principios y derechos fundamentales”, del año 1998. En concordancia con la Declaración de Filadelfia, en 1944, cuando la Conferencia Internacional del Trabajo, adoptó los fines y objetivos de la Organización.

2.- En el Marco de la Organización de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos humanos. Adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (iii) del 10 de diciembre de 1948.

3.- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49, Ratificado por Venezuela el 28 de enero de 1978 según Gaceta Oficial N° 2.146. NOTA: En la misma gaceta se incluyó el protocolo facultativo de dicho pacto.

4.- La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Adoptada y abierta a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984. Entrada en vigor: 26 de junio de 1987, de conformidad con el artículo 27 (I). Ratificada por Venezuela el 26 de junio de 1991, Según Gaceta Oficial N° 34.743. En el marco de las Naciones Unidas.

5.- La Ley Aprobatoria del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Aprobado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una corte penal internacional. Publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.507 extraordinario, de fecha 13-Diciembre-2000.

6.- Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión. Adoptados por la Asamblea General de la ONU, mediante Resolución 43/173,de fecha 9.12.88. Dicha Resolución fue adoptada sin votación de los Estados.

7.- La Carta Interamericana Democrática. Aprobada en Perú, el 11 de Septiembre del año 2001.

8.- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana, Bogotá, Colombia, 1948.

9. La Ley Aprobatoria del Pacto de San José de Costa Rica. También conocido como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de 1969, publicada en la Gaceta Oficial Número 31.256, del 14 de Junio de 1977.

Respecto al Tribunal Competente para conocer este tipo de acción, el Tribunal Supremo de Justicia, ha sostenido reiteradamente, que este tipo de reclamaciones se interponen por ante la Sala Constitucional, citaré uno de estos fallos:

“En cuanto a la delación planteada, esta Sala de Casación Social, reitera la doctrina imperante para desestimar una denuncia en la que se pretende el examen de Normas Constitucionales, toda vez, que la misma carece de competencia en esa materia, en ese sentido, se ha sentado lo siguiente:

“En cuanto a la denuncia de infracción del artículo 85 de la Constitución de la República de 1961, se le advierte al formalizante que no es posible para esta Sala de Casación Social revisar violaciones de normas de rango constitucional, por cuanto ello es competencia de la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, de conformidad con lo establecido en el artículo 266 ordinal primero de la Constitución publicada en 1999; y por cuanto sólo son objeto del recurso de casación aquellas normas que resulten directamente infringidas, es decir, las normas de naturaleza infraconstitucional, que resulten violadas de forma inmediata en el caso concreto” (Sentencia de la Sala de Casación Social del 14 de junio de 2000).(Subrayado de la Sala).
Así pues, de conformidad con lo antes expuesto, la infracción a las normas Constitucionales aquí delatadas resultan improcedentes, por ser ello competencia de la Sala Constitucional de este Supremo Tribunal. Así se decide.” (Sentencia de la Sala de Casación Social, del Tribunal Supremo de Justicia, del ocho (08) de marzo de dos mil cinco. Expediente: R.C. N° AA60-S-2004-001344)


Bibliografía Consultada:

· González Fuenmayor, Mervy Enrique. (2005) “Nueva Causal de Retiro: El mobbing, Psicoterror, Acoso Moral, Estrés Laboral”. Editorial VADELL HERMANOS Editores, Venezuela.

· www.tsj.gov.ve (íconos de “Sentencias” y “Misceláneas”)

El proceso de creación de Sociedades como factor para simular el Contrato Petrolero

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
ÁREA DE ESTUDIOS DE POST GRADO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES.







EL PROCESO DE CREACIÓN DE SOCIEDADES COMO FACTOR PARA SIMULAR EL CONTRATO PETROLERO.
(Asignación Número 1 Individual Pre-Curso de la Cátedra
“Temas de Administración de Recursos Humanos”
(Tema de mi tesis Doctoral).







AUTOR:
Magíster en Derecho del Trabajo RIERA BLANCO, DIEGO ENRIQUE.
PROFESOR:
Dr. ERNESTO OJEDA.





VALENCIA, OCTUBRE DEL 2006
1.- Previo. La Simulación de Contrato Laboral es un vicio del sistema laboral venezolano. Las empresas tradicionales, a los fines de evitar los costos que significan el pago de prestaciones sociales de una cantidad de trabajadores, han venido “desmembrándose” en pequeñas empresas[i] o aplicando la ternalización[ii]. Otras empresas, a propósito de la Ley de Alimentación para los Trabajadores[iii], de obligatoria observancia para aquellos “empleadores”, del sector público o del sector privado, que tengan, a su cargo, veinte (20) o más trabajadores, han preferido “mutilar” a las empresas, para que no lleguen al límite de trabajadores previstos en la Ley. Todo esto está relacionado, además; al proceso conocido como “Outsourcing”[iv].

Sin embargo, paralelamente a ello, Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA); la principal empresa estadal, la misma que aparece mencionada en el Artículo 303 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela[v], quien antes del (mal) llamado “Paro Cívico” petrolero de Diciembre del 2002, usaba una tecnología de punta, y era una empresa altamente cibernética, es precisamente quien ha fomentado la creación de Cooperativas, Misiones, Empresas de Producción Social y Empresas Mixtas.

La Convención Colectiva Petrolera del Trabajo (Año 2002 al 2004)[vi], establecía que:
“En cuanto a los trabajadores de las personas jurídicas, que ejecuten para la Empresa, obras inherentes o conexas con las actividades a que se refiere los Artículos 54, 55, 56 y 57 de la Ley Orgánica del Trabajo[vii], la Empresa les garantizará el disfrute de las mismas condiciones de trabajo y beneficios legales y contractuales que corresponden a sus trabajadores directos, salvo a aquellos que realmente desempeñen los puestos o trabajos contemplados en los artículos 42, 45, 47, 50 y 510 de la Ley Orgánica del Trabajo”[viii].

La Cláusula antes transcrita, se repite casi igual en el Contrato Petrolero siguiente, y es también casi idéntica a la que aparecía en las anteriores Convenciones Colectivas Petroleras. Por ello, ha servido de base, para que muchos trabajadores de “personas jurídicas” o “Contratistas” que ejecutan trabajos para la empresa, disfruten de las mismas “condiciones de trabajo y beneficios legales y contractuales que corresponden a sus trabajadores directos”, sin importar para nada la última coletilla que nos hace referencia a unos artículos de la Ley Orgánica del Trabajo, como son los artículos 42, 45, 47, 50 y 510.

Los jueces laborales, en base a esta Cláusula, se han encargado de beneficiar a los trabajadores de las “personas jurídicas” o “contratistas” en muchas oportunidades que han tenido que decidir una reclamación de trabajadores de éstas contra Petróleos de Venezuela, S.A., alegando la aplicación del Contrato Colectivo Petrolero. Quizá, tomando como base para sus decisiones, la parte final del Artículo 55 de la Ley Orgánica del Trabajo, que establece: “Las obras o servicios ejecutados por contratistas para empresas mineras y de hidrocarburos se presumirán inherentes o conexas con la actividad del patrono beneficiario”[ix] (sic). Ya que el mismo, ha servido para exaltar aún más la “conexidad” de todas las empresas que tienen relación con la actividad minera y de hidrocarburos.

Todo ello contraviniendo lo dicho el día 13 de noviembre del año dos mil uno, por el Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, en la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en el Expediente Número R. C. N° AA60-S-2001-000320, de que: “...será en definitiva la naturaleza real del servicio prestado, lo que determine la condición de dichos trabajadores, y esto sólo se podrá verificar adminiculando las funciones, actividades y atribuciones que legalmente definen a los mismos, con las que efectivamente estos desarrollan, independientemente de la denominación del cargo o puesto de trabajo...”[x] (Subrayado mío)

2.- Sobre las “Cooperativas” en PDVSA. En 1998, existían en Venezuela: 820 Cooperativas. Para el 31 de Enero del año 2006, las mismas arribaban al número de 104.070[xi]. A raíz del paro petrolero de Diciembre del 2002, la principal industria del país, Petróleos de Venezuela, S.A. en sus múltiples filiales, promovió la formación de Cooperativas, muchas de ellas se quedaron laborando dentro de la misma, sustituyendo a las empresas capitalistas, que laboraban anteriormente en ellas. Estas Cooperativas por lo general, son prestadoras de servicios.

Aún y cuando, conforme a la Ley Especial de Cooperativas vigente, éstas están obligadas a hacer un apartado para el Fondo Social de un diez por ciento (10 %) de sus utilidades anuales, con lo cual quedaría garantizado, -en teoría-, las prestaciones sociales de los trabajadores, el carácter de ser un tipo de Sociedades que se basa en la Adhesión voluntaria y abierta; la Gestión democrática; la Participación económica de los asociados; la Autonomía e independencia; la Educación, formación e información; la Cooperación entre Cooperativas; y finalmente en el Compromiso con la Comunidad[xii], la falta de preparación de las personas que conforman la Cooperativa conlleva a la precarización del trabajo, quedando en incertidumbre el tema del largo plazo, de la vejez, de la indemnización de la invalidez o de si ocurriera un percance.

3.- Sobre el apoyo a las “Misiones” por parte de PDVSA. Por otro lado, en la página oficial de Petróleos de Venezuela, S.A., (www.pdvsa.com)[xiii], se hace alarde del apoyo de la principal empresa estatal a las “Misiones”, haciendo clic en el ícono “Desarrollo Social”, aparecen en un cuadro las “Misiones Sociales”, a saber: Misión Ribas, Misión Sucre, Misión Barrio Adentro, Misión Mercal, Misión Identidad, Misión Vuelvan Caras, Misión Guaicaipuro, Misión Robinson: Yo si puedo[xiv]. Sosteniendo respecto a ellas que:

“Las Misiones Sociales son estrategias masivas orientadas a garantizar los derechos fundamentales a la población, con énfasis en los sectores más excluidos. // Estas iniciativas cuentan con recursos extraordinarios, su coordinación es interinstitucional e interministerial y uno de los elementos fundamentales para su planificación, ejecución y seguimiento es la participación activa y protagónica de las comunidades organizadas. // PDVSA apoya directamente a casi todas las Misiones Sociales y programas de desarrollo que el Gobierno Bolivariano está impulsando actualmente en el país. A continuación usted encontrará información sobre estas iniciativas.”

En este orden de ideas, cursan ya en algunos Tribunales de la República, o ante algunas Inspectorías del Trabajo, algunas demandas o reclamaciones en contra de Petróleos de Venezuela, S.A., en cualquiera de sus filiales, por considerarla “solidariamente responsables” con las Misiones, las cuales por lo general, primero funcionan de hecho, y posteriormente, luego de administrar grandes cantidades de recursos y de personal, adquieren la personalidad jurídica, bajo la figura de las “Fundaciones”.

4.- Sobre el fomento de Empresas de Producción Social (EPS) por parte de PDVSA. Si bien es cierto, que los dos procesos anteriores, el de Misiones Sociales y Cooperativas, se remontan a Abril y Diciembre del 2002, respectivamente. Es entre los meses de Noviembre y Diciembre del 2005, que se empieza a hablar de las Empresas de Producción Social.

Conforme a palabras del Dr. Benito Díaz, dichas en el marco del III Seminario de “Situación del Movimiento Cooperativo en Venezuela”.
“...las empresas de producción social, que no se saben qué son, el señor Presidente, como había mucha confusión, él las definió, y la definición que él hizo, a mí me parece que tampoco aclara, sino que más bien enreda. En todo caso, es muy sincero, es muy honesto cuando dijo eso. Definición de Empresas de Producción Social: “Son las entidades económicas, dedicadas a la producción de bienes o servicios, en las cuales el trabajador tiene un significado propio, no alienado y auténtico, donde no existe discriminación social en el trabajo, ni en tipo alguno de trabajo, donde la distribución del excedente responde a la autosustentabilidad de la empresa”. Chávez, 31/01/2006. Lo dijo todo, y no dijo nada... (...) O sea, le falta especificidad, no tiene especificidad de la economía social, ni tiene especificidad de para qué deberíamos nosotros los ciudadanos permitir que se gaste nuestro dinero en la promoción de una empresas si no es para el bien colectivo, si no es para el bien colectivo, para que vamos a estar nosotros en estar de acuerdo, que se financien unas empresas, porque esas empresas sirven para el bienestar colectivo, no porque cualquiera puede hacer una empresa de producción social, pero si es una empresa privada que sólo va a beneficiar a una parte, eso no me interesa a mí, a mí me interesa una empresa que va a ayudar al bienestar colectivo,...” (sic)[xv]


En efecto, de una revisión de la web de PDVSA, podemos encontrar lo siguiente: “EPS petroleras incluirán a industriales, Cooperativistas, registrados en el SISDEM y en las Misiones educativas”. Y al hacer lectura de la misma, nos enteramos de lo siguiente:

“...en el Sistema de Democratización del Empleo (SISDEM) se cuenta con el contingente humano para integrar las organizaciones de producción social, de acuerdo con el nivel de instrucción, experiencia y participación en las Misiones educativas. Este sistema SISDEM, el cual mantiene 18 oficinas en todas las áreas petroleras, registra en una base de datos, el universo de trabajadores desempleados o contratados temporales por la industria petrolera. (...) Estadísticas recientes reflejan un total de registros, a escala nacional, de 319.800 personas. (...) Las EPS basan sus actividades en principios de solidaridad, cooperación, corresponsabilidad, igualdad, sustentabilidad y eficiencia, orientados hacia una ética socialista, donde se privilegia el beneficio colectivo frente a la apropiación egoísta de la ganancia...”[xvi]


Si se va a tomar en cuenta los seres humanos inscritos en el SISDEM, el cual alcanza algo así como 319.800 almas conforme al artículo recién citado, podemos estar ante la presencia de la mayor inclusión o absorción que la industria petrolera hará, en su historia para la “inclusión” de personal, en su ya abultada nómina.

Si hipotéticamente las EPS, llegasen a contratar las 319.800 personas que menciona el SISDEM, para el 11-Noviembre-2005, significaría un aumento del 600 por ciento del personal, si consideramos las cifras extraoficiales, dadas antes del (mal) llamado Paro Cívico de Diciembre del 2002, que situaba la nómina de la empresa en 48.000 empleos.

5.- Sobre el fomento de las Empresas Mixtas, por parte de PDVSA. Sobre este punto se empezó a escuchar en el país, entre los meses de Julio a Diciembre del año 2005, pero, realmente el término no es nuevo. Sobre él hacía mención la Decisión 291, que vino a sustituir la Decisión 220, de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, denominado “Régimen Común del Pacto Andino que regula a nivel subregional, el Tratamiento a los Capitales Extranjeros y a la importación de Tecnología y Uso y Explotación de Marcas y Patentes”[xvii]

En la página web de PDVSA, se encuentran varias informaciones relativas a las Empresas Mixtas, así por ejemplo, hay una del 31-Marzo-2006, en donde se puede leer que “El Estado venezolano firmó con 17 empresas petroleras nacionales e internacionales la migración a Empresas Mixtas”[xviii]. Conforme explica la página web de PDVSA; “los convenios operativos, contratos de explotación petrolera firmados en los años 90 burlaron la ley que estaba vigente, nunca fueron aprobados por el Poder Legislativo, y enmascararon verdaderas concesiones bajo la figura de contratos de servicio, hecho que tuvo consecuencias nefastas para los ingresos de la República y para el control soberano de nuestros recursos.”

El modelo de contrato que rige ahora el funcionamiento de este modelo de ejercicio de las actividades primarias planteado en la vigente Ley Orgánica de Hidrocarburos fue aprobado el 30 de marzo por unanimidad por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela[xix].

La figura de las Empresas Mixtas se fundamenta en el Artículo 12 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual establece que “los yacimientos de hidrocarburos, cualesquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y por lo tanto, inalienables e imprescriptibles”.

Pero además, las Empresas Mixtas responden a lo señalado en el Artículo 22 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos en el que se señala que las actividades de exploración y producción de petróleo y gas serán realizadas directamente por el Ejecutivo o por empresas de su exclusiva propiedad o por “empresas donde tenga el control de sus decisiones, por mantener una participación mayor de 50% del capital social”.

Mucho se ha resaltado que con la conformación de las Empresas Mixtas se traducirán en un ahorro de más de 31 mil millones de dólares, y que éstos recursos que podrán ser utilizados para el desarrollo social del país y el bienestar de los venezolanos[xx].

Pero, volviendo al plano netamente laboral, y si a esas personas que antes laboraban en empresas privadas, bajo la figura de “Convenios Operativos”, y que ahora han “migrado” a las llamadas “Empresas Mixtas”, también hubo un pronunciamiento por parte de la empresa estatal, respecto al respecto y aplicación del Convenio Colectivo Petrolero. La misma ocurrió según Nota de Prensa publicada el 07-Abril-2006, en la página web de PDVSA, cuando se afirmó lo siguiente:

“...El personal que labora en las operadoras privadas que migraron a la modalidad de Empresas Mixtas está siendo seleccionado únicamente bajo criterios de eficiencia, respetando sus derechos laborales,... no vamos a reproducir una gigantesca burocracia como la hubo en la vieja PDVSA... la migración de personal de las operadoras privadas a Empresas Mixtas, se está realizando bajo la normativa legal vigente y en un diálogo transparente entre las partes involucradas... el proceso de migración se hará respetando no solo sus derechos laborales, sino además, bajo el marco legal que establece la Constitución de la República Bolivariana y la Ley Orgánica del Trabajo... En este orden de ideas, enfatizó que el trabajador que está amparado bajo el contrato colectivo petrolero migrará con las mismas condiciones establecidas en dicho instrumento laboral. En el caso de la nómina gerencial, este personal estaría regido por las normativas de PDVSA en materia de compensación, empleo, planes y beneficios, bajo el entendido de que estas empresas serán filiales de la Corporación...”[xxi]


Se infiere de la anterior cita, que si la antigua empresa extranjera que operaba bajo la modalidad de un Convenio Operativo, y ahora, “migró” a Empresa Mixta, tenía trabajadores a los cuales contrataba bajo la aplicación del contrato colectivo petrolero, y otros, bajo la Ley Orgánica del Trabajo, seguirá aplicando tales diferenciales normativos a su personal, lo cual no deja un espacio para la duda, respecto a la discrecionalidad de la misma para aplicar o no el Convenio Colectivo Petrolero[xxii].






REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[i] Famosos son los casos de las marcas distribuidoras de refrescos y cervezas en nuestro país.
[ii] Ternalización: “...hay muchas empresas improvisadas, no todas, pero la “ternalización virtuosa”, es encontrar a alguien que haga las cosas mejor que yo...” (sic) Clase: Del Dr. Héctor Lucena, el 10 de Marzo del año 2006, Cátedra “Sistemas de Relaciones de Trabajo; Conformación y Evolución de los actores laborales y de mecanismos del sistema”,
[iii] La Ley de Alimentación para los Trabajadores, vigene es la publicada en la Gaceta Oficial Número 38.094, del 27-Diciembre-2004, la cual regula la obligación de conceder el beneficio para los empleadores que ocupen 20 o mas trabajadores.
[iv] Outsourcing: “Este término de origen anglosajón es una tendencia presente en el campo gerencial desde el inicio de la edad moderna, de acuerdo a la literatura, y consiste en la contratación de otra u otras empresas, legalmente establecidas en cualquiera de sus modalidades, para obtener resultados efectivos en campos como cobranza, vigilancia, limpieza, distribución de productos o insumos; contabilidad, mercadeo, atención al público e informática, por mencionar sólo algunos, porque la oferta es variada y creciente”. (Tomado de Revista PORTAFOLIO de Inversiones / Economía / Finanzas / Gerencia / Mercadeo. Venezuela, Año 2, Número 4, Marzo 2006, p. 86).
[v] La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, fue publicada por primera vez en la Gaceta Oficial Número 38.860, el 30-Diciembre-1999. Luego, el 24-Marzo-2000, en la Gaceta Oficial Extraordinaria Número 5453, se volvió a publicar su texto junto con Exposición de Motivos.
[vi] La Convención Colectiva Petrolera en referencia (2002-2004) fue firmada por ante el MINISTERIO DEL TRABAJO, según acta de fecha 23-Septiembre-2002, según Acta que aparece al final de ejemplar fotocopiado, cortesía del S.P.T.P.Q.C.S.E.C. (Sindicato Fetrahidrocarburos Carabobo). La Convención Colectiva Petrolera vigente (2005 – 2007), se obtiene de la página del Ministerio del Trabajo (www.mintra.gov.ve).
[vii] La Ley Orgánica de Trabajo vigente fue publicada en la Gaceta Oficial Número 4240, del 20-Diciembre-1990.
[viii] El trozo citado corresponde a la “CLÁUSULA N° 3 TRABAJADORES CUBIERTOS”, en la Convención Colectiva Petrolera vigente para los años 2002-2004, en referencia. Sin embargo, su redacción es casi idéntica La Ley Orgánica de Trabajo vigente fue publicada en la Gaceta Oficial Número 4240, del 20-Diciembre-1990, así: “En cuanto a los trabajadores de las Contratistas que ejecuten para la Empresa, obras inherentes y conexas con las actividades a que se refiere los Artículos 54, 55, 56 y 57 de la Ley Orgánica del Trabajo, la Empresa les garantizará el disfrute de las mismas condiciones de trabajo y beneficios legales y contractuales que corresponden a sus Trabajadores directos, salvo a aquellos trabajadores de Contratistas que desempeñen los puestos o trabajos contemplados en los artículos 42, 45, 47, 50, 51 y 510 de la Ley Orgánica del Trabajo”. El número de Cláusula también se conserva.
[ix] La Ley Orgánica de Trabajo vigente fue publicada en la Gaceta Oficial Número 4240, del 20-Diciembre-1990.
[x] A esta sentencia se puede tener acceso en la página web del Tribunal Supremo de Justicia (www.tsj.gov.ve)
[xi] La cifra la dio el Dr. Benito Diaz, profesor de la Universidad de los Andes (ULA), en el marco del III Seminario de Situación del Movimiento Cooperativo en Venezuela, Barquisimeto, 29 de marzo del 2006.
[xii] Recomiendo bajar el Manual de Cooperativas que aparece en la página www.sunacoop.gob.ve, en formato de imágenes en .jpg
[xiii] www.pdvsa.com (15-Abril-2006, 5:30 p.m.)
[xiv] A su vez, cada una de estas “Misiones Sociales” tiene una página web de acceso, a la cual se enlaza desde el portal de pdvsa.com
[xv] El III Seminario “Situación del Movimiento Cooperativo en Venezuela”, se celebró en la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, en fecha 29 de Marzo del año 2006.
[xvi] www.pdvsa.com (15-Abril-2006, 6:15 p.m.)
[xvii] La Decisión 291, fue publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Número 4284, Extraordinario, de fecha 28-Junio-1991. Para mayor información consúltese mi Comunidad en yahoo: rierablanco, a la cual se tiene acceso, en la siguiente dirección: http://ar.groups.yahoo.com/group/rierablanco/files, es requisito tener un correo yahoo para inscribirse.
[xviii] www.pdvsa.com (18-Abril-2006, 8:21 a.m.) Título del artículo de Nota de Prensa: “Empresas Mixtas: Soberanía petrolera al servicio del pueblo”.
[xix] En la Gaceta Oficial Número 38.410, del viernes 31 de marzo del 2006, apareció publicado en el renglón de la Asamblea Nacional, el “Acuerdo mediante el cual se aprueban los Términos y Condiciones para la Creación y Funcionamiento de las Empresas Mixtas”. Se puede tener acceso a la Gaceta Oficial a través de la página de Internet: www.tsj.gov.ve.
[xx] www.pdvsa.com (18-Abril-2006, 8:21 a.m.) Título del artículo de Nota de Prensa: “Empresas Mixtas: Soberanía petrolera al servicio del pueblo”.
[xxi] www.pdvsa.com (18-Abril-2006, 8:30 a.m.) Título del artículo de Nota de Prensa: “Personal de Empresas Mixtas es seleccionado bajo criterios de eficiencia”. Las declaraciones fueron dadas por el Director Interno de PDVSA, Eulogio Del Pino.
[xxii] Véase también www.pdvsa.com (18-Abril-2006, 8:45 a.m.) Título del artículo de Nota de Prensa: “PDVSA respalda derechos laborales de los trabajadores de las Empresas Mixtas”. En esta otra información, el Director Interno de PDVSA, Eulogio Del Pino, expresó: “hemos sido muy enfáticos en que el trabajador que está cubierto bajo el contrato colectivo petrolero migrará con las mismas condiciones establecidas en dicho contrato. En el caso de la nómina no contractual, este personal estaría regido por las normativas de PDVSA en materia de compensación, empleo, planes y beneficios, bajo el entendido de que estas empresas serán filiales de PDVSA”.

Tiempo de Trabajo

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DIRECCION DE ESTUDIOS AVANZADOS Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES
MENCIÓN: ESTUDIOS DEL TRABAJO





TIEMPO DE TRABAJO



PROFESOR: DR. ROGELIO MANERO
AUTORES: ABOG. DIEGO RIERA
ABOG. LETICIA MONTILLA
ABOG. ROSIRIS RODRIGUEZ


VALENCIA, MARZO 2007

TIEMPO DE TRABAJO


Autores: Abog.. Diego Riera
Abog. Leticia Montilla
Abog.. Rosiris Rodríguez


RESUMEN
El tiempo de trabajo es un tema de gran connotación por estar vinculado a la esfera de salud del trabajador. El lapso durante el cual el individuo realiza una actividad laboral, lo limita para el descanso, el esparcimiento, y la recreación. El tiempo de trabajo incide negativamente en el bienestar y salud del ser humano. No obstante, debe entenderse que el trabajo resulta indispensable e insustituible, al igual que las dolencias y afecciones que éste genera. Es por ello, el presente ensayo tuvo como objetivo general, estudiar el tiempo de trabajo como factor desencadenante de exigencias laborales. Para lograr ese estudio se determinó el marco legal venezolano de la jornada laboral; se precisaron las afecciones producidas en el organismo del trabajador en atención al tiempo de trabajo; se estudiaron las ventajas y desventajas que traen consigo los largos períodos laborales; y se indicaron recomendaciones para prevenir las afecciones físicas, sociales y económicas, producidas por el tiempo de trabajo. Metodológicamente se trató de una investigación descriptiva, con un diseño bibliográfico, permitiendo a los investigadores generar nuevos conocimientos por medio del análisis de los ya existentes.


Palabras Clave: Tiempo de Trabajo, Jornada de Trabajo, Afecciones.
























INTRODUCCIÓN

La salud es considerada fundamental para el desarrollo, supervivencia y bienestar del ser humano; el estado saludable del hombre implica el ejercicio normal de todas las funciones orgánicas.

La Organización Mundial de la Salud, refiere, la necesidad de un estado de salud óptimo, para que toda persona desarrolle una vida productiva en el ámbito económico y social. Precisamente, ese desarrollo socio-económico permite al individuo dentro de un colectivo, cubrir una serie de compromisos, traducidos en una existencia saludable en la medida de lo posible.

El ser humano, requiere efectuar una labor que le permita su subsistencia económica y la de su grupo familiar. En principio esa labor no debería ocasionarle afecciones a su organismo; más sin embargo, resulta imposible, eliminar por completo las consecuencias negativas (enfermedades y accidentes laborales) acaecidas con ocasión del trabajo.

En tal sentido, el trabajo efectuado por toda persona (hombres y
mujeres) está limitado a una esfera temporal, a la cual se ha denominado, tiempo de trabajo.
El tiempo de trabajo puede entenderse como un período o lapso, durante el cual el individuo debe permanecer ejecutando una labor específica. El ordenamiento jurídico venezolano, lo define como jornada de trabajo, refiriéndose al tiempo durante el cual el trabajador se encuentra a disposición de un patrono, sin disponer libremente de su actividad y de sus movimientos.

En este orden de ideas, se puede precisar, que la organización del trabajo, implica una duración de la jornada laboral, la cual está rodeada de riesgos (físicos, químicos, mecánicos, biológicos) que generan afecciones, y determinan a su vez, la presencia de exigencias laborales, a fin de dar protección al bienestar y seguridad del trabajador.

El tiempo de trabajo es considerado como un factor desencadenante de múltiples dolencias físicas e inconvenientes sociales. Las dolencias físicas están referidas a problemas de salud (enfermedades profesionales y accidentes laborales) que en los casos más graves, limitan al ser humano para efectuar determinadas labores, o en otros, le acortan el tiempo durante
el cual podrá realizar cierto trabajo.

A su vez los inconvenientes sociales apuntan en detrimento del entorno familiar e institucional del individuo. De tal suerte, que el período de tiempo durante el cual el hombre desarrolla la actividad laboral, por un lado le genera ingresos económicos para su subsistencia y la de su núcleo familiar, pero del otro, trae consigo una serie de desventajas, atinentes a la desmejora de la vida familiar, relativas a la pérdida de contacto con su pareja, cónyuge, hijos, y demás personas con las que cohabita; pérdida de afectos, problemas conyugales (infidelidad, divorcios), disminución de la vida sexual, entre otros.

El ordenamiento jurídico venezolano, tomando en consideración las afecciones físico-sociales, que genera el tiempo de trabajo, ha pretendido regularlo, a fin de mermar las consecuencias negativas. Es por ello, que desde el Texto Constitucional, pasando por la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento, y la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, se preceptúan una serie de disposiciones de obligatorio cumplimiento por los empleadores, a fin de hacer que la jornada de trabajo sea un poco más segura, y los factores de riesgos hasta cierto punto, puedan prevenirse, controlarse o evitarse, lo que redunda en
bienestar y seguridad social del trabajador.

El presente ensayo, explana el marco legal venezolano de la jornada de trabajo; explora el tiempo de trabajo como factor de afecciones de salud, y de afecciones socioeconómicas; discierne sobre las ventajas e inconvenientes generadas por la jornada laboral; y por último, se señalan breves conclusiones y recomendaciones.




















TIEMPO DE TRABAJO

Marco Legal Venezolano de la Jornada de Trabajo

A lo largo de la humanidad, el hombre ha creado determinadas formas de trabajo que le permitan su subsistencia económica, su desenvolvimiento social, y su bienestar físico.

En la mayoría de los ordenamientos jurídicos a nivel mundial, el trabajo, es consagrado como una garantía, que goza de la protección del Estado. En Venezuela, el Texto Constitucional lo preceptúa como un derecho social y de familia; disponiendo todo cuanto fuere necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de todos los trabajadores y trabajadoras. Igualmente consagra lo relativo a la jornada de trabajo diurna (8 horas diarias y 44 horas semanales) y nocturna (7 horas diarias y 35 semanales), propendiendo a su disminución progresiva; y se establece el derecho al descanso obligatorio, con miras al desarrollo físico, espiritual y cultural de los trabajadores. Así lo consagran los Artículos 89 y 90 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por su parte la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento, regulan las situaciones y relaciones jurídicas que se derivan del trabajo como hecho
social. En tal sentido, se determinan las condiciones en que debe prestarse el trabajo, siendo fundamental, que el trabajador tenga tiempo libre para su desarrollo físico y psíquico normal, que les dejen tiempo libre para el descanso, cultivo intelectual y la recreación, que se les preste protección a la salud y a la vida contra enfermedades y accidentes. Asimismo se regulan la jornada de trabajo, las horas extras, los días hábiles para el trabajo, las vacaciones, y la higiene y seguridad en el trabajo. Todo ello se encuentra establecido en el Título IV De las Condiciones de Trabajo, Capítulos I, II, III, IV, V, y, VI, Artículos 185 al 246 de la Ley Orgánica del Trabajo, en consonancia con los Artículos 78 al 97 de su Reglamento.

Mención especial se hace a la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, como piedra angular para la reglamentación de las condiciones de seguridad, salud y bienestar en un ambiente de trabajo adecuado, que propicie el correcto ejercicio de las facultades físicas y mentales, promocionando el trabajo seguro y saludable, previniendo los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales; y en todo caso, la reparación de los daños sufridos con ocasión del trabajo. Esta normativa jurídica, es el estandarte en materia de seguridad social y bienestar físico, social, cultural, y en general, integral, de los trabajadores. Y se indican como normas fundamentales, los Artículos 10, 59 Numeral 4°, y 111, entre otros.
Afecciones del trabajador en atención al tiempo de trabajo

La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), procura la existencia de un estado de salud tan óptimo, que permita al individuo una vida productiva tanto en lo social como en lo económico, dejando de un lado, la concepción de que el hombre sólo debe satisfacer sus necesidades materiales o económicas.

La Organización Internacional del Trabajo (0.I.T.), ha hecho esfuerzos desde sus orígenes, a fin de lograr la protección del trabajo, propendiendo al desempeño en ambientes lo menos riesgoso posible.

En tal sentido, existen una serie de Convenios suscritos, entre otros países, por Venezuela, que regulan y limitan la jornada de trabajo en pro de la salud del trabajador; llegando incluso a legislar, sobre la prohibición de las mujeres para laborar en jornadas nocturnas, siendo esta la tendencia mundial, hoy por hoy, acogida plenamente en la legislación Colombiana, en la cual dicha prohibición es extensiva al caso de las mujeres embarazadas.

El tiempo de trabajo, es entendido como un lapso o período, dentro del cual el ser humano desarrolla o ejecuta una actividad laboral. Al decir, del ordenamiento jurídico venezolano, el tiempo de trabajo es asimilado a la
jornada laboral, entendiéndose por tal, al tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrono y no puede disponer libremente de su actividad y de sus movimientos.

El proceso de trabajo, con todas sus fases y etapas, requiere una serie de cargas y exigencias, que a su vez ocasionan el desgaste físico del trabajador. Los continuos riesgos que ofrece el ambiente de trabajo, producen secuelas, afecciones y dolencias en el organismo, que determinan una serie de exigencias laborales, derivadas del tiempo de trabajo, entre otros factores.

En tal sentido, la duración de la jornada laboral (diaria y semanal), las horas extras, el doble turno, el trabajo nocturno (guardias), el tipo de turno, la rotación de turno y las pausas, engloban el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del ambiente de trabajo riesgoso. Durante la jornada laboral, el trabajador se expone a una serie de inconvenientes relativos al bienestar, a la salud, a la vida social y al rendimiento laboral.

El reloj biológico del ser humano, que controla la fisiología y la bioquímica (ritmos circadianos), predispone al organismo para trabajar de día y dormir de noche. Cuando se altera el sueño, se duerme de día y se trabaja de noche, se perturban las variaciones circadianas, generándose rasgos estresantes. Por lo que se recomienda la elaboración de jornadas de trabajo (turnos de trabajo) que eviten la perturbación permanente de los ritmos circadianos. Los ciclos circadianos pueden ser más amplios en atención a determinadas variables, como por ejemplo: la facilidad para dormir, la edad, el sexo, la capacidad para superar la somnolencia, el embarazo, la aptitud física; estas variables se diferencian considerablemente de una persona a otra, para referir su tolerancia al trabajo por turnos.

De tal suerte, que el tiempo de trabajo produce una serie de afecciones físicas, sociales y económicas. Dentro de las afecciones físicas, que son las denominadas enfermedades y dolencias con ocasión del trabajo, se proyectan las asociadas al sueño, las relativas a las alteraciones en las comidas, y las enfermedades laborales propiamente dichas. En las sociales, se mencionan las repercusiones negativas en las actividades institucionales, en la vida familiar, y en general, en las relaciones sociales. Y las afecciones económicas, fundamentalmente tienen que ver con el rendimiento en el trabajo.

Las dolencias asociadas al sueño, en atención a los trabajadores que alteran su reloj biológico, duermen de día y trabajan de noche, tienen por lo general, un sueño diurno interrumpido por una serie de factores. El ruido existente en el ambiente durante el día, es más elevado que durante la noche, por cuanto la gran mayoría de las personas ejercen sus actividades diarias, y su vida cotidiana en horarios diurnos. Esto es limitante de un sueño tranquilo para las personas que deben dormir de día, y reponer energías, preparando al organismo para una nueva jornada de trabajo nocturna. Asimismo la luz natural diurna afecta a muchos individuos para conciliar el sueño profundo.

En el caso del sexo femenino con jornadas de trabajo nocturno, ven limitado aún más su descanso diario (sueño), por cuanto el cuidado de los hijos y las labores domésticas, precisan su atención. A esto se suma, la necesidad de estar en familia, compartir con el núcleo familiar aunque sea alguna comida, sus alegrías y tristezas, y en fin, los frecuentes problemas familiares.

Este sueño deficiente por lo general de 6 horas diarias, trae consigo repercusiones en la productividad ya que, el trabajador se siente fatigado, cansado y somnoliento, y por ende, disminuido para efectuar su trabajo, rindiendo mucho menos. A esto se le suma, la repercusión en la vida social, por lo que el individuo está más aislado, interactuando en menor proporción con el entorno social que le rodea. Y finalmente, el sueño deficiente genera mayor riesgo de accidentes laborales, no pocos han sido los casos en los cuales, operarios de máquinas, por ejemplo, han visto cercenadas sus extremidades al quedarse dormidos mientras efectúan sus labores nocturnas.

Las alteraciones en las comidas traen consigo una serie de cambios en el organismo. El individuo que permanece la noche despierto, crea hábitos alimenticios irregulares, se vuelve inapetente, y en consecuencia, sufre de trastornos gastrointestinales, úlceras pépticas, y gastroduodenitis, entre otras dolencias. Asimismo se asocian al tiempo de trabajo, enfermedades como: trastornos cardiovasculares (hipertensión), neurológicos (cefaleas), estrés, dolencias musculares (agotamiento físico), hernias (cervicales, lumbares, dorsales, en atención al tipo de trabajo que efectúa el individuo), y muchas otras.

Ventajas y Desventajas de los largos períodos laborales

Las afecciones sociales que se desprenden del tiempo de trabajo, producen una repercusión negativa en la vida social y familiar del trabajador. El contacto con los hijos, esposos y demás familiares se ve altamente disminuido; el rendimiento escolar de los hijos se afecta, al no poder dedicarles la atención necesaria para efectuar tareas y demás actividades escolares. Es tan grave, la repercusión social del tiempo de trabajo, que el afecto entre los miembros de la familia, prácticamente se pierde.
Los problemas conyugales, infelicidad, infidelidad y divorcios, se hacen más grandes, debido al escaso tiempo que tiene el trabajador para disfrutar de la vida conyugal, siendo evidente, la disminución, incluso, del apetito sexual. Las actividades sociales, fiestas, reuniones, celebraciones, se vuelven casi nulas.

Pero además, el déficit de sueño, por las largas jornadas laborales, genera, una disminución en el rendimiento y en la capacidad de producción del individuo. Hay menor rendimiento en el trabajo nocturno, y mayor en el diurno, no obstante, de existir sus excepciones.

Las pausas para alejar el sueño, el trabajo monótono y aburrido o poco interesante, la falta de motivación durante la jornada nocturna, hacen que el individuo se vuelva más lento, es decir, se disminuye el ritmo habitual de la producción.

Sin embargo, se pueden mencionar algunas ventajas del trabajo nocturno. En tal sentido, los trabajadores laboran más libres, por cuanto se sienten menos vigilados o supervisados; se desarrolla entre la masa laboral un alto sentido de solidaridad y espíritu de equipo; y se incrementa el ingreso económico (salario nocturno recargado en un 30%, horas extras canceladas con un recargo del 50%).
Vistas las distintas afecciones (físicas, sociales y económicas) que trae consigo la prolongación de las jornadas laborales, y principalmente las nocturnas (trabajo por turno), la Organización Internacional del Trabajo, recomienda, los llamados turnos de rotación rápida, por cuanto procuran una serie de ventajas para el trabajador, se mantiene la orientación diurna del ritmo circadiano, se evita el estado de perturbación permanente, se dispone de más tiempo libre, hay más contacto familiar, en fin, hay mayor vida social. No obstante, hay quienes señalan que estos turnos de rotación rápida alteran mucho más el ritmo normal del organismo, ya que éste, no ha terminado de acostumbrarse a un horario, cuando ya tiene que adaptarse a otro.

En el mismo sentido, la jornada diurna ofrece una serie de ventajas: hay mejor ajuste del ritmo circadiano; hay mayor y mejor vida familiar, social e institucional; el rendimiento laboral es elevado, y la fatiga del trabajador es menor.

En consonancia con las acotadas ventajas y desventajas del tiempo de trabajo diurno y nocturno, se recomienda diseñar turnos de trabajo en los cuales se tengan en consideración una serie de aspectos. Entre ellos: apreciar, determinar y precisar la carga de trabajo; observar y constatar que el medio ambiente de trabajo implique la menor cantidad de riesgos posibles, que sea mucho más sano. Examinar cabalmente las condiciones imperantes fuera del lugar de trabajo, siendo este un factor muy incidente, por cuanto los inconvenientes de traslado al lugar de trabajo, el acceso o dificultad de vías, las condiciones hostiles del sitio de ubicación de la empresa, el incremento de inseguridad en la zona, etc., son indispensables a la hora de crear el turno de trabajo.

Entonces es menester, que el tiempo de trabajo se rodee de períodos de descanso. Existen pausas durante la jornada laboral, para desconectar al trabajador por instantes de los trabajos monótonos, aburridos y repetitivos que generen una mayor fatiga; el tiempo de las comidas, el cual en ningún caso deberá ser inferior a 1 hora, salvo las excepciones legales; los descansos diurnos, nocturnos y semanales, y las insustituibles y necesarias vacaciones laborales, todo lo cual redunda en el bienestar para la salud y la seguridad de los trabajadores.

En atención a las consideraciones anteriores, es menester tomar medidas de salud en el trabajo. Lo fundamental es la prevención, ya que es más fácil prevenir que curar, pero para ello es totalmente necesaria la intensificación de una campaña de educación y concientización de empleadores y trabajadores. Se recomienda la práctica de exámenes pre ingreso, a fin de determinar enfermedades ya existentes en el trabajador, y que puedan potenciarse con ocasión del tiempo de trabajo; igualmente debe optarse por una supervisión médica periódica, que prevenga, cure, aleje, o detenga, una afección emergente, o que esté comenzando.

Finalmente, debe mejorarse el incentivo económico, no obstante, que aún cuando este fuere cuantioso, no compensa las alteraciones en la salud y la vida social que sufre el trabajador.















CONCLUSIONES
Puede señalarse que el trabajo es un mal necesario. El tiempo durante el cual el individuo está sujeto a la realización de una determinada actividad laboral, debido a los riesgos existentes en el ambiente de trabajo, genera afecciones de diversas índoles. En tal sentido, se concluye que:
1.- Todo trabajo genera afecciones.
2.- Resulta imposible eliminar por completo, las causas de esas afecciones (físicas, sociales y económicas) y dolencias, pero no resulta imposible disminuirlas, prevenirlas o curarlas, en algunos casos.
3.- Debe tenerse presente que el trabajo es indispensable para el desarrollo del ser humano, y el tiempo de trabajo está aunado a la labor ejecutada.
4.- Es imposible eliminar el trabajo que causa problemas de salud.
No obstante, existen una serie de recomendaciones que de ser aplicadas, redundarían en el estado de bienestar físico, social, y económico del trabajador.

RECOMENDACIONES
Ante la evidente conclusión, del trabajo como un mal necesario, y vista la imposibilidad de eliminar las causas que generan afecciones físicas y socio-económicas en el trabajador durante el tiempo de trabajo, se enumeran de seguida una serie de recomendaciones para prevenirlas, o disminuirlas.
Así pues se recomienda:
v La reducción de los turnos de trabajo.
v La eliminación de las cargas de trabajo no necesarias.
v La reorganización del trabajo.
v Las pausas retribuidas.
v El alargamiento de los períodos vacacionales.
v La implementación del ejercicio físico.
v La mejora del medio ambiente de trabajo.
v La implementación de soluciones creativas.
v Plantillas de trabajadores completas para evitar redoblar los turnos.
v Descansos trimestrales para quienes trabajan en ambientes de alto riesgo.
v Instalación de maternales en, o, cerca del sitio de trabajo (trabajadoras en etapa de lactancia)
v Mejorar áreas de descanso.

OBJETIVOS DEL ENSAYO

Objetivo General

Estudiar el tiempo de trabajo como factor desencadenante de exigencias laborales.

Objetivos Específicos

1. Determinar el marco legal venezolano de la jornada de trabajo.
2. Precisar las afecciones producidas en el organismo del trabajador, en atención al tiempo de trabajo.
3. Señalar las ventajas y desventajas que traen consigo los largos períodos laborales.
4. Indicar recomendaciones para prevenir las afecciones físicas, sociales y económicas, producidas por el tiempo de trabajo.



METODOLOGIA DEL ENSAYO

Para llevar a cabo un análisis del Tiempo de Trabajo, se asumió un nivel o esquema de investigación descriptivo, que permitió la caracterización de la situación concreta, a través de sus rasgos peculiares o diferenciadores.
El nivel descriptivo es uno de los más importantes dentro del proceso de investigación y el utilizado con mayor frecuencia, ya que al ser acogido, resulta apropiado para dar respuesta a las interrogantes: ¿Qué es?, ¿Cómo es?, ¿Dónde está?, ¿De qué está hecho?, ¿ Cómo se interrelacionan sus partes?. Lo que en definitiva, permite a los investigadores, explicar la composición y la configuración del problema planteado.

Por lo que respecta al diseño empleado, el mismo es bibliográfico, pues se utilizaron datos secundarios, obtenidos con antelación por otros investigadores. Con la aplicación del diseño bibliográfico se recolectó información y conocimientos previos sobre el tiempo de trabajo, lo que conllevó a su sistematización y presentación de un nuevo análisis sobre el tema, desde la óptica de los investigadores.

Las técnicas de recolección de datos empleados en el desarrollo de la
investigación, fueron, la técnica de la lectura evaluativa, y, la técnica del resumen. Se eligió como fuente bibliográfica fundamental, la Enciclopedia sobre Salud y Seguridad en el Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo.


















REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1.- O. I. T.: Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo.
Volumen II. Capítulo 43

2.- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

3.- Ley Orgánica del Trabajo

4.- Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo.

5.- Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo.

Burnout (Síndrome del Desgaste Profesional)

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DIRECCION DE ESTUDIOS AVANZADOS Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES
MENCIÓN: ESTUDIOS DEL TRABAJO




BURNOUT, DESGASTE PROFESIONAL O SINDROME DEL QUEMADO


PROFESOR: DR. ROGELIO MANERO
AUTORES: ABOG. DIEGO RIERA
ABOG. LETICIA MONTILLA
ABOG. ROSIRIS RODRIGUEZ



VALENCIA, ABRIL 2007


BURNOUT, DESGASTE PROFESIONAL,
O SINDROME DEL QUEMADO

Autores: Abog.. Diego Riera
Abog. Leticia Montilla
Abog.. Rosiris Rodríguez

RESUMEN
El burnout es descrito como "un estado de fatiga o de frustración que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o de relación que no produce el esperado refuerzo". Esta patología se desarrolla en forma continua y fluctuante en el tiempo, como un proceso en el que las actitudes y las conductas de los profesionales cambian de forma negativa en respuesta al estrés laboral. El individuo que padece del síndrome, se agota emocionalmente, se desmoraliza, y siente que no vale nada, siendo afectada su realización personal. El presente trabajo tuvo como objetivo general, estudiar el burnout, desgaste profesional o síndrome del quemado considerado como enfermedad ocupacional. Para lograr ese estudio se determinó su marco conceptual, orígenes, y antecedentes; se precisaron las características, sintomatología y personas a las que afecta. De la misma forma, se señalaron las diferencias del síndrome con otras afecciones, y su forma de medición; estimándose el desgaste profesional como enfermedad ocupacional; y se indicaron algunas recomendaciones para prevenirlo. Metodológicamente se trató de una investigación descriptiva, con un diseño bibliográfico, permitiendo a los investigadores generar nuevos conocimientos por medio del análisis de los ya existentes.

Palabras Clave: Burnout, Síndrome, Maslach Burnout Inventory, Desgaste Profesional.

INTRODUCCIÓN

El síndrome de Burnout es un estado patológico, experimentado por algunas personas (en su mayoría profesionales), que trabajan con personas, caracterizado por un agotamiento emocional debido a una implicación excesiva en su trabajo, llegando a ser ineficaces para el desempeño adecuado del mismo.
Este síndrome, es descrito como un estado de decaimiento físico, emocional y mental, caracterizado por un cansancio, sentimiento de desamparo, desesperanza, vacío emocional, y por el desarrollo de una serie de actitudes negativas hacia el trabajo, la vida y la gente.
El Burnout, también es denominado “Síndrome del Quemado, o, Desgaste Profesional”, siendo altamente conocido en la esfera laboral de los tiempos que transcurren, dado el estilo de vida de los trabajadores, con ocasión de la instauración del mundo moderno, la era de la tecnología, la globalización y la cosificación de la humanidad.
Las exigencias de trabajo para los profesionales en el desempeño de determinadas áreas, cada día son mayores, más fuertes, a la par de menos recompensadas. Las expectativas laborales parecieran menos importantes ante las variables rendimiento, producción y ganancias empresariales o institucionales. El profesional es sometido a duras jornadas de trabajo, donde el binomio hombre-trabajador, es sustituido, por la concepción trabajador-ganancia. El trabajo lejos de ser considerado como un hecho social, es entendido como fuente pecuniaria y de enriquecimiento, obviándose las concepciones de bienestar y salud para los trabajadores.
Así pues, el profesional es encasillado en un trabajo en el que obligatoriamente debe rendir y producir, sus expectativas como profesional y como ser humano no cuentan, o cuentan muy poco. La atención que le presta el trabajador a su labor diaria, va mermando sus niveles de autoestima y eficacia, dando paso al agotamiento emocional, la desmoralización o despersonalización, y la falta de realización profesional; y poco a poco, pasado algún tiempo, sobreviene el desgaste profesional.
Aunque desde que se comenzó a hablar del burnout en 1974, pasando por su descripción y conceptuación, hasta llegar a su medición científica con el Maslach Burnout Inventory, ha querido estatuirse específicamente para profesionales fundamentalmente los del sector salud, y docentes, en estos tiempos modernos, según algunas investigaciones, afecta a todos aquellos (profesionales o no) que presten servicios a personas, extendiéndose inclusive hasta las amas de casa.
De tal suerte, que se trata de un tópico de alta connotación dentro de la Medicina Ocupacional, al extremo de ser considerado en algunos países como enfermedad profesional, y en los demás, está siendo tratado con tal inquietud, siendo cada vez más las investigaciones o estudios que se realizan, así como las medidas activas para ayudar a superar esta situación.
El burnout como síndrome, ocasiona la "adicción al trabajo" que provoca un desequilibrio productivo y, como consecuencia, la pérdida de la motivación, afectando especialmente, a aquellas profesiones caracterizadas por una relación constante y directa con personas, más concretamente en aquellas profesiones que mantienen una relación de ayuda: médicos, enfermeros, maestros, policías, y frecuentemente, en aquellas profesiones que suponen una relación cercana intensa con los beneficiarios del trabajo.
El presente trabajo, reúne muchas consideraciones del denominado Síndrome de Desgaste Profesional, Burnout, o bien, Síndrome del Quemado, para lo cual la investigación se planteó cinco objetivos específicos, los cuales a grosso modo abarcaron: definición, orígenes, algunos antecedentes, caracterización, sintomatología, personas afectadas, medición, variables para la medición, consideración como enfermedad profesional, para indicar las medidas preventivas, y las respectivas conclusiones.























BURNOUT, DESGASTE PROFESIONAL, O SINDROME DEL QUEMADO

Definiciones
El vocablo burn, traducido al español, significa: quemarse, incendiarse, arder, abrasar. A su vez, el vocablo out, traduce al español: fuera, afuera, hacia fuera, exterior.
Cuando estos vocablos se unen, formando la palabra burn-out, traduce: la falla de un mecanismo por exceso de calor o fricción; el cese de la propulsión de un cohete por agotamiento de combustible; quemarse, fundirse, apagarse. (1)
Al aplicar la traducción literal de la palabra burnout, se hace referencia a “estar quemado”. Lo que traducido al castellano cotidiano, pudiera decirse que significa: “Estoy desgastado”, “me siento quemado”, “estoy fundido”, “se me acabó el combustible”, “estoy fuera”, “me siento apagado”.
Desde el punto de vista científico, Freudenberger (2), lo define como “un conjunto de síntomas inespecíficos que pueden aparecer en el ambiente laboral y que son el resultado de una demanda profesional excesiva.” Para este autor, el Burnout es un síndrome que ocasiona la "adicción al trabajo", provocando un desequilibrio productivo y, como consecuencia, la pérdida de la motivación.
Se le critica a esta concepción, que los síntomas no se reflejan o aparecen en el medio ambiente laboral, sino en el trabajador, en el ser humano, pues es el individuo quien padece la sintomatología y los signos agrupados, que a su vez, permiten determinar la instauración del síndrome, según Cherniss (3), como proceso y no como suceso.
Por su parte, Ramos, De Castro, Galindo y Fernández (3), conceptúan el burnout, como: “el agotamiento emocional y escepticismo que embarga a los profesionales en el ejercicio de su actividad laboral, cuando ésta se realiza en el campo de los servicios humanos, o en las denominadas profesiones de ayuda”.
Maslach y Jackson (4), al operativizar el constructo con el Maslach Burnout Inventory (MBI), para interpretar los diferentes niveles de burnout, lograron establecer rasgos definidores del síndrome, refiriéndolo como el conjunto de síntomas y signos que producen desmoralización, agotamiento o desgaste profesional.
Edelwich (5), define el desgaste profesional como “la pérdida progresiva de idealismo, energía y propósito, experimentada por los trabajadores en profesiones de ayuda como resultado de las condiciones de su trabajo, frente a las demandas excesivas por parte de los usuarios.
En la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo, en el Capítulo 34, donde se analizan los Factores Psicosociales y de Organización, Pines citado por Tetrick (6); recuerda que no es exactamente la centralización de una estructura burocrática la que genera estrés o “burnout” (“estar quemado”), sino el papeleo innecesario, los trámites superfluos y los problemas de comunicación que la formalización genera. En efecto, los procedimientos y normas ambiguos pueden producir confusión y contradicciones que son causa de conflictividad e incomprensión respecto a las medidas que se deben adoptar en situaciones concretas. Y que por el contrario, unos procedimientos y normas excesivamente detallados pueden inducir entre los trabajadores tanto frustración como una sensación de incapacidad para alcanzar sus objetivos, sobre todo en las organizaciones orientadas al cliente. La inadecuación de las comunicaciones puede hacer que los trabajadores se sientan aislados y alienados por la falta de predictibilidad y comprensibilidad de los hechos que se producen en el entorno de trabajo.
Asimismo se cita a la autora Christina Maslach (7), quien ofrece una de las primeras definiciones, y la considerada como base para los estudios posteriores sobre burnout. La autora junto a su colaborador Jackson, es la encargada de desarrollar en la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo, el punto del Burnout[i]. Esta investigadora define el burnout de la siguiente manera: “El burnout (“estar quemado”) es un tipo de respuesta prolongada a los estresores emocionales e interpersonales crónicos en el trabajo. Se ha conceptualizado como una experiencia de estrés individual embebida en un contexto de relaciones sociales complejas y que abarca el concepto que la persona tiene de sí misma y de los demás. Como tal, ha sido objeto de una atención especial en las profesiones relacionadas con la prestación de servicios en donde a) la relación entre proveedores y destinatarios constituye el eje central del trabajo y b) la prestación del servicio, la atención, el trato o la educación pueden ser experiencias altamente emocionales. La definición operativa (y el parámetro de investigación correspondiente) más aceptada actualmente en la investigación sobre el burnout es un modelo de tres componentes, en el que el burnout se conceptualiza en términos de agotamiento emocional, despersonalización y menor realización personal.
El agotamiento emocional se refiere a la sensación de haberse sobrepasado emocionalmente y haber agotado los recursos emocionales. La despersonalización implica una respuesta negativa, insensible o excesivamente despegada a las personas que suelen ser los receptores del servicio o la asistencia. La menor realización personal se refiere a una menor sensación de competencia y logros en el trabajo.”
Para los investigadores de este ensayo, el burnout es la afección laboral caracterizada por el debilitamiento de la autoestima, con ocasión de la realización de una labor monótona, repetitiva, y no creativa, que produce agotamiento emocional, despersonalización e inadecuación profesional. Siendo en definitiva un problema socio-laboral.

Cuándo se comienza a hablar de Burnout?
Se precisa el año 1974, como el momento en que se comenzó a hablar del síndrome del quemado o del desgaste profesional.
Este síndrome clínico es descrito en el referido año por Herbert Freudenberger (8), quien fuera un Psiquiatra nacido en Frankfurt el 26 de Noviembre de 1927, y fallecido en la Ciudad de New York, el 29 de Noviembre de 1999.
El psiquiatra trabajaba en una clínica de New York, y observó como la gran mayoría de los voluntarios que atendían toxicómanos, en un periodo determinado (normalmente un año), sufrían de forma progresiva una pérdida de energía, hasta llegar al agotamiento, síntomas de ansiedad y depresión
así como desmotivación en su trabajo y agresividad con los pacientes.
Su definición reagrupaba diversas manifestaciones de tensión que se daban en personas "adictas al trabajo". Aunque Freudenberger, no utilizó propiamente el término “burnout”, la ciencia médica lo reconoce históricamente, como el primer investigador en describir, sintomatizar y conceptuar el síndrome del desgaste profesional.
Dos años más tarde, en 1976, la psicóloga social Cristina Maslach (7,9), utilizó el término burnout, empleado hasta entonces por los abogados californianos para describir el proceso gradual de pérdida de responsabilidad profesional y desinterés cínico entre compañeros de trabajo, para referirse a un conjunto de respuestas emocionales que afectaban a los profesionales de ayuda. Esta psicólogo, determinó que los afectados sufrían "sobrecarga emocional" o síndrome de burnout, y lo definió como "síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal que puede ocurrir entre individuos cuyo trabajo implica atención o ayuda a personas".
En sus investigaciones, Maslach consideró que el mundo del trabajo era una arena agresiva en la cual el individuo trataba de sobrevivir, y precisamente, el burnout era el fracaso de ese intento.
Pero Freudenberger, fue más allá de la conceptuación y descripción del síndrome, llegando a apuntar que este síndrome sería contagioso, ya que los trabajadores que lo padecían, podían afectar a los demás con su hastío, desesperación y cinismo, con lo que en un corto período de tiempo la organización, como entidad, podría caer en el desánimo generalizado. Más aún, autores como Savicki, Seidman y Zager (10), formulan la posibilidad de que el burnout genere efectos epidémicos.
Posteriormente, en el año 1981, con los trabajos de Maslach y Jackson, se crea la herramienta de medida del síndrome: Maslach Burnout Inventory (MBI).
De aquí en adelante, son muchísimas las investigaciones sobre la afección, no obstante, todas tienen como punto de partida, las apreciaciones de Freudenberger , de Maslach y Jackson.
Algunos antecedentes
Desde que en 1974 Freudenberger, describió por primera vez el Síndrome de Desgaste Profesional, muchas han sido las investigaciones efectuadas con el afán de obtener nuevas y mejores precisiones en torno al tema. De tal suerte, que los antecedentes hablan tanto de investigaciones estadísticas para valorizar la frecuencia de ocurrencia de la patología, daños en las personas y pérdidas empresariales; así como psicológicas, para evaluar síntomas de la afección, y su vinculación con otras enfermedades.
Asimismo, se puede señalar que estas investigaciones, se han efectuado a nivel mundial, pues el síndrome de desgaste profesional tiene hoy por hoy, una connotación fundamental dentro de la organización empresarial, al extremo de ser considerada como una enfermedad ocupacional muy frecuente, e indispensable de prevenir.
Entre algunos de esos estudios, se pueden indicar los siguientes:
En el Cuarto Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales, efectuado en Sevilla (España), durante los días 10, 11 y 12 de Mayo de 2006, se hace mención a tres investigaciones que sirven de antecedentes a este ensayo.
Alonso, Pozo, Hernández, Martos, Cid, Martínez y Valera (2006) (11), centraron su investigación, en trabajadores no universitarios de la enseñanza dependientes de la Junta de Andalucía en Almería, considerando la variable sociodemográfica (género, edad, etc.) como moduladora del nivel de bienestar de los trabajadores.
Sánchez, Lara, Yélamos, y Vargas (2006) (12), efectuaron un trabajo descriptivo transversal en profesionales de atención primaria, determinando que el 38% de ellos, presentan burnout, en grado moderado en su mayoría. Indicando a su vez que el género masculino es más proclive, sobre todo los que no son propietarios y tienen formación universitaria.
Ranchal, Ramírez, y Vaquero, (13), estudiaron la relación de variables antropométricas, bioquímicas y fisiológicas con el burnout, para ello tomaron como muestra a docentes de enseñanza no universitaria; encontrando diferencias significativas entre la variable realización personal y el índice de masa corporal, de tal forma que los individuos con un mayor nivel de realización profesional, tienen un índice de masa corporal más favorable.
Además de los anteriores, se pueden citar otros antecedentes, a saber:
Castro S. (2005) (14), realizó una investigación sobre el burnout y sus manifestaciones en profesionales universitarios., concretamente en la Universidad de Carabobo. Castro describe aspectos a considerar sobre el síndrome, sus manifestaciones, los factores desencadenantes, métodos para evaluarlo, y señala que los docentes universitarios están afectados por una tasa de trastornos psíquicos más alta que la población general.
Álvarez, Arce, Barrios y Sánchez (2004) (15), investigaron a médicos de hospitales públicos, determinando que el síndrome de burnout predominó en el sexo femenino en la categoría de cansancio emocional; respecto a las edades el grupo entre 25 y 34 años fue el más afectado; la variable despersonalización predominó en los que no se encontraban en pareja; y en cuanto a la antigüedad, los profesionales con menos de 10 años de ejercicio fueron los que mayor índice de burnout presentaron.
Mireles, Moreno y Beltrán (2002) (16), hacen una investigación aplicando el MBI, combinado con la Guía de Factores Psicosociales propuesta por el Instituto Mexicano de Seguro Social. Con este estudio, se determinó la presencia de burnout en algunas de las tres dimensiones, en un 26% de los trabajadores.
Ramos, Castro, Galindo y Fernández (1999) (17), investigaron sobre los parámetros de burnout en profesionales de todas las categorías laborales, del Hospital de León; destacando que la mitad de los trabajadores presentan puntuaciones medias o altas en el MBI; y que el contacto con el público eleva la puntuación de despersonalización.
Como se indicó al comienzo de este inciso, son muchos los antecedentes que pudieran citarse, pero dada la brevedad del presente ensayo, es imposible abundar más en este aspecto. En todo caso, lo más importante, es resaltar, que todos los estudios que pudieran servir de antecedentes (haciendo citas nacionales e internacionales), miden el burnout partiendo del Maslach Burnout Inventory, y de la versión al español adaptada por Gil Montes.
Caracterización del Burnout
El burnout está caracterizado por una tríada de dimensiones que explican el fenómeno. Los rasgos que definen la enfermedad, son los componentes que la caracterizan, a partir de los estudios realizados por Maslach y Jackson.
Estas características se resumen así:
1.- Agotamiento o cansancio emocional: Refiere una sensación creciente de agotamiento en el trabajo. Se traduce en la frase “no puedo más”.
2.- Despersonalización o deshumanización: Consiste en una serie de actitudes de aislamiento, de cariz pesimista y negativo, que surgen para protegerse del agotamiento emocional. Esta característica o dimensión de la patología, advierte la frase “no me importa”.
3.- Falta de realización personal: Es el sentimiento de que las demandas laborales exceden la capacidad profesional. Es entendido con la expresión “no valgo”.
Asimismo, se dice que el síndrome Burnout, incluye cinco factores característicos, a saber:
1. Predominan los síntomas disfóricos, y, sobre todo, el agotamiento emocional.
2. Destacan las alteraciones de conducta (conducta anormal del modelo asistencial o despersonalización de la relación con el cliente).
3. Se suelen dar síntomas físicos de estrés psicofisiológico, como cansancio hasta el agotamiento, malestar general, junto con técnicas reductoras de la ansiedad secundaria, como son las conductas adictivas, que, a su vez, median en deterioro de la calidad de vida.
4. Se trata de un síndrome clínico laboral que se produce por una inadecuada adaptación al trabajo, aunque se dé en individuos considerados presuntamente normales.
5. Se manifiesta por un menor rendimiento laboral, y por vivencias de baja realización personal, de insuficiencia e ineficacia laboral, desmotivación y retirada organizacional.
En definitiva, el burnout como patología ocupacional, está

caracterizado por el agotamiento emocional continuado, la despersonalización, y el bajo logro, o, baja realización personal en el trabajo.
Sintomatología del Burnout
A lo largo de este trabajo, se ha expuesto que el burnout es un síndrome que afecta a las personas en cuerpo y mente, que se relaciona con la tensión laboral y supone una disminución de la capacidad para tomar decisiones. Es importante, resaltar que no necesariamente la persona que padezca algunos de estos síntomas presenta el síndrome de desgaste profesional, ya que muchos de ellos, son comunes a ciertas afecciones como el estrés, la depresión, y otras de origen neurológico.
Maslach (7), al referir la sintomatología del síndrome, expresa: “El burnout ha sido descrito a menudo en términos de síntomas disfóricos tales como agotamiento, fatiga, pérdida de autoestima y depresión. Sin embargo, se admite que la depresión carece de contexto y puede aparecer en cualquier situación, mientras que el burnout está relacionado con el trabajo y es específico de la situación. Otros síntomas son la dificultad para concentrarse, irritabilidad y negativismo, así como una importante disminución del rendimiento laboral durante un período de varios meses. En general, se supone que los síntomas de agotamiento aparecen en personas “normales” que no sufren trastornos psicopatológicos ni enfermedades orgánicas identificadas previamente. Si realmente existieran síntomas distintivos, podría diagnosticarse y tratarse el burnout de forma individual”.
Según Ramos, De Castro, Galindo y Fernández (3), la patología refiere tres tipos de síntomas: 1.- Síntomas Físicos, que implican alteraciones cardiovasculares, fatiga crónica, cefaleas y migraña, alteraciones gastrointestinales, mialgias, alteraciones del sueño, alteraciones respiratorias, alteraciones dermatológicas, alteraciones menstruales, disfunciones sexuales, y otras. 2.-Alteraciones conductuales, como: abuso de drogas, fármacos, alcohol, tabaquismo; alteraciones de la conducta alimentaria; absentismo y seudoabsentismo laboral, conductas de elevado riesgo, e hipertrofia de hobbies. 3.- Alteraciones emocionales: ansiedad, depresión, irritabilidad, disforia, baja autoestima, falta de motivación, dificultades de concentración, distanciamiento emocional, sentimientos de frustración profesional y deseos de abandonar el trabajo, entre otros.
Por su parte, Castro (14), agrupó los síntomas de la enfermedad, en cuatro rubros: 1.-Psicosomáticos (fatiga crónica, trastornos del sueño, úlceras, desórdenes gástricos, tensión muscular, agotamiento físico y psíquico). 2.- De conducta (ausentismo laboral, adicciones a tabaco, alcohol, drogas). 3.- Emocionales (Irritabilidad, incapacidad de concentración, distanciamiento afectivo, sentimientos de frustración y descontento). Y, 4.- Laborales (Bajo rendimiento en el trabajo, acciones hostiles, conflicto, falta de motivación por el trabajo.)
Lo que traducido a la cotidianidad, quiere decir, que el individuo notará que desde hace algún tiempo le cuesta cada vez más hacer horas extras en su trabajo, o bien cumplir a cabalidad con su jornada normal; que cuando llega a su casa, siente que no tiene ganas de estar con su familia, salir a disfrutar o distraerse con sus amigos, o escuchar música, bailar, leer, etc. En fin está desanimado, desmoralizado, y con un pensamiento negativo sobre su persona; adicionalmente le pudiera doler la cabeza, o el estómago, o ambos a la vez, estar hipersensible, y como corolario, es adicto a alguna droga (tabaco, alcohol, fármacos, café, etc.). Además, la persona llega a ese estadio por estar sometido durante mucho tiempo a condiciones de estrés laboral, que desbordan su capacidad de respuesta.
Pero como si esto fuera poco, el burnout afecta además a la organización o empresa, pues el empleado que lo sufre comienza a trabajar en forma automática y experimenta una caída en su capacidad productiva. Más aún, si la persona no pone un freno a este declive físico y mental, las consecuencias para la salud resultan muy fuertes, ya que el burnout lleva a un aumento de la aterosclerosis, de la glucosa y los lípidos en sangre y de la hipertensión arterial, lo que a largo plazo, se traduce en un mayor riesgo de
infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular.
Fases del síndrome
Tres fases están presentes en el desgaste profesional, burnout, o síndrome del quemado, a saber:
1.- El cansancio o agotamiento emocional constituye la primera fase del proceso, caracterizado por una progresiva pérdida de las energías vitales y una desproporción creciente entre el trabajo realizado y el cansancio experimentado. En esta etapa las personas se vuelven más irritables, aparece la queja constante por la cantidad de trabajo realizado y se pierde la capacidad de disfrutar de las tareas. Desde una mirada externa, se las empieza a percibir como personas permanentemente insatisfechas, quejosas e irritables.
2.- La despersonalización es un modo de responder a los sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza personal. En lugar de expresar estos sentimientos y resolver los motivos que los originan, las personas que padecen el Síndrome de Burnout muestran una fachada hiperactiva que incrementa su sensación de agotamiento y, en esta fase, alternan la depresión y la hostilidad hacia el medio.

3.- El abandono de la realización personal es la tercera fase del proceso y consiste en el progresivo retiro de todas las actividades que no sean laborales vinculadas con las actividades que generaron el estrés crónico. En esta etapa hay pérdida de ideales y, fundamentalmente, un creciente apartamiento de actividades familiares, sociales y recreativas, creando una especie de auto reclusión.
A quién afecta el Burnout
Hace algunos años atrás, hubiera podido afirmarse que el burnout afectaba sólo a personas adultas, con una prolongada antigüedad laboral. Hoy se sostiene que ocurre además, en jóvenes entre 25 y 30 años de edad, y señalan los investigadores que es debido a la alta rotación y a la elevada exigencia laboral, así como a una permanente demanda de capacitación, que luego no se traduce en una mejor remuneración.
Asimismo, los primeros estudios e investigaciones de campo sobre el síndrome de desgaste profesional, referían que este padecimiento afectaba sólo a profesionales, fundamentalmente a docentes, médicos, enfermeras y trabajadores sociales. Recientes estudios han demostrado que el burnout como patología, es extensivo a los trabajadores no profesionales, inclusive, a las amas de casa.
Por otra parte, los individuos con personalidad tipo A, es decir, aquellas personas competitivas, dinámicas, agresivas y con tendencia al logro, sufren más frecuentemente burnout, que las personalidades tipo B, esto es, aquellas personas tranquilas y sosegadas.
En definitiva, el burnout es un síndrome típico en las profesiones de servicio de ayuda, o personal de servicios humanos (docentes, policías, médicos, abogados, enfermeras); pero dado a que el síndrome aparece al haber desequilibrio entre las expectativas individuales del trabajador y la realidad del trabajo diario, se considera como un trastorno adaptativo crónico, que puede estar presente en el caso de fuertes exigencias, como cuando hay escasez de recursos, lo que significa, que el burnout, lo pueden padecer los trabajadores de todas las profesiones u ocupaciones (profesionales y no profesionales).
El Burnout como proceso y no como suceso
El síndrome del quemado o desgaste profesional, no suele aparecer de un día para otro, ya que se va incubando por un tiempo, hasta que hace su aparición total. Por ello Cherniss (18), lo describía como proceso y no como suceso.
En atención a esto, Ramos, De Castro, Galindo y Fernández (3), citan
cuatro fases o etapas de la patología. La primera de ellas, hace referencia al período durante el cual el trabajador se siente altamente motivado y comprometido con su profesión u ocupación. Aquí se divorcian las expectativas individuales y la realidad. Seguidamente, en la fase dos, el individuo percibe que al entregarse de lleno al trabajo, abandona otras actividades y necesidades personales. En la fase tres, también denominada de frustración, el individuo comienza a cuestionar el trabajo en sí mismo, sintiéndose frustrado. Y por último, la persona se vuelva apática (fase de apatía), siendo éste un mecanismo de defensa, ya que al sentirse frustrado no le importa su trato hacia las demás personas, tornándose cínico.
De acuerdo con lo antes señalado, el burnout es una patología cíclica, donde las características particulares del ambiente laboral, interactúan con las características de los trabajadores, y con sus expectativas y demandas provocando situaciones de elevada tensión que éstos experimentan en varios grados; cuando esta tensión envuelve cambios de actitud negativa, aparece el burnout (14).
Por último, se indica que existe una pluralidad de factores de índole cultural, ocupacional, educacional e individual, en función de los cuales se produce el desgaste profesional, con ocasión a la interacción de los mismos. Lo que en definitiva, hace que el síndrome del quemado, o burnout, se valore
como un proceso continuado en el tiempo.
Desgaste Profesional y otras afecciones
Suele confundirse este síndrome, con el estrés, y la depresión. También se le identifica frecuentemente con la denominada crisis de la edad media, la insatisfacción laboral, el aburrimiento y los acontecimientos vitales.
La denominada medicina psicosomática que involucra los procesos mentales y emotivos en la génesis de procesos patológicos orgánicos, concibe el estrés, como la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria, o todo aquello que obliga a un cambio.
El estrés es universal y está presente en todas las actividades humanas, y se asocia a factores personales, laborales, sociales, es decir, a factores psicosociales.
El estrés, resulta ser el condimento infaltable de las sociedades modernas; del auge de la tecnológico y la globalización, del día a día, de quienes laboran de 8 a 12 y de 2 a 6, o aún más; de quienes se desplazan de un sitio a otro con una lista interminable de responsabilidades y quehaceres. En definitiva, el estrés es una tensión agobiante casi inherente al humano del nuevo siglo.
No obstante, diversos especialistas coinciden en afirmar que esta afección, es necesaria en niveles bajos, porque activa, motiva y mueve a las personas a realizar diversas actividades, independientemente de sus dificultades. Sin embargo, cuando el estrés supera los niveles tolerables, comienza a generar serios problemas, alterándose el sistema inmunológico, y en consecuencia aparecen enfermedades psicosomáticas.
Cuando se indica que el estrés está presente en las personas que laboran en jornadas de ocho horas o más, y que su aparición se vincula a factores psicosociales, pudiera pensarse que existe una similitud con el síndrome del desgaste profesional. Para muestra, al burnout se le califica como estrés crónico, caracterizado por una alteración del eje hipotálamo-hipofisio-adrenal o HHA, más precisamente por una hiperactividad que da lugar a elevados niveles de dos hormonas llamadas: ACTH y cortisol.
Ante esta situación, se hace necesario diferenciar entre una y otra. Así pues, cuando se habla de burnout, inmediatamente debe pensarse en trabajadores (tanto profesionales como no profesionales) sometidos a condiciones estresantes en su ambiente de trabajo, que se desmoralizan hasta sentir que no valen nada, y que no sirven para nada. Mientras, que el estrés aparece no necesariamente en el ambiente laboral, y afecta a todo tipo de personas; más aún, puede presentarse en situaciones de alegría y/o de tristeza (por ejemplo: una muerte puede estresar, pero una celebración que implica múltiples compromisos también puede ser altamente estresante).
En fin, la línea diferencial entre el burnout y el estrés, debe ser determinada por especialistas en la materia (médicos, psicólogos, etc.), para distinguir entre uno u otro; en todo caso tímidamente, pudiera decirse que existe una diferencia de género a especie, donde toda persona que padezca de burnout puede estar estresada, mientras que toda persona estresada no necesariamente, debe sufrir del síndrome de desgaste profesional.
Por otra parte, suele señalarse que las personas con burnout están deprimidas. La depresión, es uno de los trastornos mentales más comunes que afecta a millones de personas en el mundo. Este trastorno ataca a individuos de todas las clases sociales, países y entornos culturales, al igual que el síndrome del quemado.
Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2020, la depresión, será el tema principal de estudio, para los países en vías de desarrollo, pues estiman que la depresión severa puede ser la segunda causa de muerte y discapacidad.
Los trastornos depresivos interfieren con el funcionamiento de la persona, causan dolor y sufrimiento al enfermo y a sus seres queridos. La depresión severa puede destruir tanto la vida de la persona enferma como la de su familia. Es una de las principales causas de suicidio, sin embargo, ciertos medicamentos y psicoterapias son eficaces para combatirla.
Por depresión se entiende, una enfermedad que afecta al organismo, el ánimo, la manera de pensar, la forma de vivir, las costumbres, el autoestima, el placer y en general la forma de ver al mundo. No es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es una condición de la cual uno puede liberarse a voluntad. Sin tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años y traer fatales consecuencias. Esta patología, puede aparecer en cualquier persona, tanto trabajadores como no trabajadores; no influye necesariamente el ambiente laboral, así como tampoco se vincula a la antigüedad laboral. Un ama de casa pudiera estar deprimida, pero difícilmente, estará afectada por el burnout (aún cuando existen estudios que indican que hasta el sector de las amas de casa, pudieran padecer el síndrome del quemado, llegando a manifestar con sarcasmo, que se puede freir un huevo en forma desmoralizada o despersonalizada).
También se asocia el síndrome del desgaste profesional a la crisis de la edad media de la vida, siendo que ésta surge en virtud del balance negativo que hace el profesional de su posición y desarrollo, en tanto el burnout puede presentarse como se señaló en incisos anteriores, en personas tanto jóvenes como adultas. Asimismo, El aburrimiento es asociado al burnout, con la diferencia de que éste último surge con ocasión de múltiples y repetidas presiones emocionales, (pues se trata de un proceso y no un suceso) que pudieran causar aburrimiento, mientras que éste puede aparecer en cualquier momento, incluso sin estar sometido a ningún tipo de presión.
Por su parte la insatisfacción laboral es una dimensión del síndrome del quemado, pero no todo el tiempo ella implica este padecimiento; ya que el agotamiento emocional puede coexistir con la satisfacción laboral. Y, por último, se asocian los eventos negativos de la vida al afianzamiento del desgaste profesional.
Medición del Burnout
Dada la connotación de la patología, y su frecuente aparición en cualquier actividad laboral, en la actualidad, numerosísimas investigaciones, tratan de medir este síndrome; esto es, han surgido gran cantidad de instrumentos de medida o evaluación en esta área. No obstante, el más importante de ellos, sigue siendo el Maslach Burnout Inventory (MBI) creado por Maslach y Jackson en 1981 (19), quienes operativizan el burnout a través de un cuestionario compuesto por 22 ítems, para interpretar los diferentes niveles de burnout, midiendo su frecuencia e intensidad.
A través del MBI, se miden las tres dimensiones que conforman el síndrome del quemado, a saber:
Agotamiento Emocional, que mide y valora la vivencia de estar exhausto emocionalmente por la vivencias del trabajo. Cuando esta dimensión tiene elevada puntuación, mayor es el nivel del burnout experimentado por la persona.
Despersonalización, mediante la cual se valora el grado en que el individuo reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento, se siente desmoralizado. A mayor puntuación, más elevado será el nivel del síndrome
Realización Personal, que evalúa los sentimientos de autoeficiencia y realización personal en el trabajo. En esta dimensión la puntuación más baja, denota el nivel más elevado del desgaste profesional.
La forma de evaluación de las respuestas de este instrumento, puntúa la frecuencia con que el sujeto experimenta las 3 dimensiones arriba indicadas. Utiliza un sistema de puntuación de tipo liker con siete niveles: 0.-Nunca. 1.-Pocas veces al año, o menos. 2.-Una vez al mes o menos. 3.-Pocas veces al mes. 4.- Una vez a la semana. 5.- Varias veces a la semana.
6.-Diariamente.
Es importante acotar, que las puntuaciones obtenidas no pueden ser combinadas, sino que se computan por separado. Tampoco se obtiene una sumatoria total del MBI.
Este sistema de evaluación del síndrome, ha sido validado científicamente, por cuanto ha demostrado cumplir a cabalidad con la validez que se exige a los instrumentos de evaluación. No obstante, ha sido un instrumento que se ha ido actualizando en relación a las nuevas manifestaciones de la enfermedad, y en atención a una serie de variables surgidas con ocasión de los cambios sociales, políticos, económicos, y demográficos, del medio en que se desenvuelve el individuo.
Existen muchos otros instrumentos de medición del síndrome de desgaste profesional, pero en atención a la brevedad de este ensayo, se hará mención al segundo instrumento más utilizado en la materia, esto es, el empleado por Gil Montes.
Gil Montes (20), haciendo uso del MBI, adaptó la escala de medición al castellano, y la redujo a 16 ítems, siendo hoy, la versión más recomendable para uso clínico. Consideró este investigador que el MBI, fue concebido para evaluar únicamente a profesionales de servicios, y sus ítems hacían alusión a las personas destinatarias del trabajo, señalando que en consecuencia, era prácticamente imposible de aplicar el MBI, en las actividades en las que el trabajador no tenía un contacto directo con el cliente o usuario de la organización.
Por ello, Gil Montes, reformuló los ítems del MBI, en el Maslach Burnout Inventory-General Survey (MBI-GS), señalando que éstos, no se refieren explícitamente a las personas destinatarias del trabajo, sino que tienen un carácter más genérico, no exclusivo para profesionales de servicios.
El instrumento de evaluación de Gil Montes evalúa una crisis en la relación de una persona con su trabajo, y no necesariamente una crisis en las relaciones entre una persona y la gente con la que se relaciona en el trabajo. Y mantiene la estructura tridimensional del MBI
MBI-GS recoge tres dimensiones, denominadas: Eficacia profesional, Agotamiento y Cinismo. La subescala de Eficacia profesional es similar a la de Realización personal en el trabajo del MBI, pero recoge aspectos sociales y no sociales del trabajo, y se centra más en las expectativas de éxito del sujeto. Los ítems que miden agotamiento, son más genéricos que los de la subescala de Agotamiento emocional del MBI, pues incluyen referencias a la fatiga física y emocional sin hacer referencia a las personas que pueden ser la causa de esos sentimientos de fatiga. Los ítems que miden cinismo, a diferencia de los que miden despersonalización, reflejan indiferencia o actitudes de distanciamiento hacia el trabajo, y no se centran en las personas hacia las que se dirige éste. Pero, al igual que en el caso de la despersonalización, se considera que evalúan el intento de los individuos de distanciarse del trabajo como estrategia de afrontamiento frente a las exigencias agotadoras de éste, y las actitudes de cinismo pueden ser una estrategia de afrontamiento disfuncional, pues reducen la energía del individuo para hacer un buen trabajo y para desarrollar soluciones creativas a los problemas laborales.
Para concluir, se indica que aunque los dos instrumentos antes descritos, (MBI, y el, MBI-GS) tienen muchos aspectos en común, la diferencia de fondo más relevante entre ambos, es que el MBI-GS no se centra en la relación laboral de servicio que se establece entre un profesional y los usuario o clientes, sino en la realización del trabajo en general.
Variables de Medición del Burnout
Maslach (7) citada en el Capítulo 34 de la Enciclopedia de Salud y Seguridad del Trabajo de la O. I. T., refiere que: “La investigación empírica del burnout se ha centrado fundamentalmente en los factores contextuales y profesionales. Así, los estudios incluyen variables tales como las relaciones en el trabajo (con clientes, compañeros, supervisores) y en el hogar (familiares), la satisfacción con el trabajo, el conflicto y la ambigüedad de rol, el abandono del trabajo (rotación, absentismo), las expectativas, la carga de trabajo, el tipo de puesto de trabajo y la seguridad del mismo, la política institucional, etc. Los factores personales estudiados son, en su mayoría, variables demográficas (sexo, edad, estado civil, etc.). Además, se ha prestado cierta atención a variables de personalidad, salud personal, relaciones con la familia y los amigos (apoyo social en el hogar) y los valores y compromisos personales. En general, los factores propios del trabajo muestran una relación más estrecha con el burnout que los factores biográficos o personales. En cuanto a los antecedentes de agotamiento, los tres factores más importantes parecen ser el conflicto de rol, la carencia de control o autonomía y la ausencia de apoyo social en el trabajo. Estos efectos del burnout se encuentran con mayor frecuencia en las distintas formas de abandono e insatisfacción con el trabajo y suponen un deterioro de la calidad de la atención o los servicios prestados a los usuarios o pacientes.”
Los innumerables estudios sobre la materia, han señalado una diversidad de variables a considerar en la medición del burnout. Entre ellas, se estudiarán las siguientes: Variables Sociodemográficas, antropométricas, bioquímicas, fisiológicas, de humor, relativas al puesto de trabajo, cambios socio-económicos, y, cambios del mercado laboral.
Sánchez, Lara, Yélamos y Vargas (12) , en una investigación realizada en 615 trabajadores de atención primaria, con más de dos años de antigüedad en el puesto, y no pertenecientes a los equipos directivos, analizaron las dimensiones del burnout, y su vinculación con las variables individuales, sociodemográficas y del puesto de trabajo; concluyendo que el sexo masculino (según las muestras analizadas) tiene mayor porcentaje de burnout; que el nivel académico influye en el síndrome, siendo más proclives los trabajadores de mayor nivel académico; que el tipo de relación contractual influye en el síndrome, siendo éste más bajo en los propietarios, y más alto en los que no lo son. Por lo que respecta: el número de hijos, edad, tiempo trabajado, guardias, cargas familiares y dedicación exclusiva, los investigadores, no encontraron diferencias significativas.
Las variables antropométricas (talla, peso, perímetro abdominal, e IMC), fisiológicas (tensión arterial) y bioquímicas (glucosa, triglicéridos y HDL), fueron relacionadas en una investigación realizada a partir de una muestra de 186 docentes de enseñanza no universitaria en España, durante los años 2004-2005, por Ranchal, Ramírez, Vaquero, Lara, Canals y Yépez (13). La diferencia significativa de este estudio, estuvo referida a la variable antropométrica, pues se evidenció que los individuos con un nivel mayor de realización profesional tienen un IMC más favorable.
Las variables sociodemográficas (género, edad, etc.) se consideran moduladoras del nivel de bienestar de los trabajadores, según la investigación realizada por Alonso, Pozo, Hernández, Martos, Cid, Martínez y Valera (11), en trabajadores de Enseñanza Obligatoria de los Centro dependientes de la Junta de Andalucía en Almería (España).
Por lo que respecta al humor, puede decirse, que las investigaciones actuales suscitan amplios caminos de análisis, aplicaciones y usos terapéuticos, educacionales y sociales.
El Sentido del Humor medido con la Escala Multidimensional del Sentido del Humor, correlaciona negativa y significativamente con la variable Síndrome de Burnout, medido con la escala Maslach Burnout Inventory, MBI.
El humor, según la Escala Multidimensional del Sentido del Humor, se relaciona negativamente con el Cansancio Emocional y con la Despersonalización, del inventario de Maslasch (Maslach Burnout Inventory), y se relaciona positivamente con la Realización Personal.
Finalmente, se indican los continuos cambios socio-económicos generados con ocasión del incremento de la tecnología y la globalización, así como el surgimiento de las nuevas formas de trabajo, como fundamentales para determinar la medición del síndrome de desgaste profesional.
El Burnout como enfermedad profesional
Desde hace algún tiempo, y siendo que el síndrome cada vez se afianza más en la población trabajadora, los especialistas en materia laboral hablan de esta patología como una enfermedad de índole ocupacional.
De tal suerte, que se pretende inclusive, su amparo legal, por cuanto se establece la protección del trabajador en su estado físico y mental, con especial referencia a los riesgos psicosociales. (14)
La legislación venezolana: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ley Orgánica del Trabajo, Ley Orgánica de Prevención Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, así como determinados Convenios suscritos por la República, son analizados a fin de sostener la postura de considerar el burnout como enfermedad ocupacional.
Así pues, el Texto Constitucional, en los Artículos 86 y 87, consagra el derecho de toda persona a la seguridad social y la protección frente a las contingencias de riesgos laborales. Determinándose que el Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, mediante la creación de instituciones y la adopción de medidas destinadas a hacer cumplir la obligación del patrono, de garantizar a los trabajadores condiciones óptimas de seguridad y salud en el trabajo.
En la Ley Orgánica del Trabajo, en el Artículo 562, se define la enfermedad profesional como un estado patológico contraído con ocasión del trabajo o por exposición al ambiente de trabajo; así como las ocasionadas por factores físicos, químicos, biológicos, económicos, metereológicos, psicológicos o emocionales. También este Texto Legal consagra la tesis de la responsabilidad objetiva del patrono en caso de enfermedad profesional.
La Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social, señala que las condiciones bajo las cuales se debe desarrollar todo trabajo, garantizando todos los elementos del saneamiento básico, prestando toda la protección y seguridad a la salud y a la vida de los trabajadores, contra los riesgos del trabajo, asegurando el disfrute de un estado de salud física y mental normal. También consagra esta normativa legal, que el trabajador no podrá ser expuesto a riesgos psicosociales, entre otros.
En el mismo sentido, la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, consagra la obligatoriedad de garantizar a los trabajadores condiciones de seguridad, salud y bienestar en el medio ambiente de trabajo, que debe ser el adecuado y propicio para el ejercicio de las facultades físicas y mentales.
Por último los Convenios Internacionales suscritos por Venezuela, sobre: las enfermedades profesionales; prestaciones en caso de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, los servicios de salud en el trabajo, y, el trabajo nocturno, así como, el Convenio sobre Seguridad y Salud de los Trabajadores y Medio Ambiente de Trabajo; constituyen fundamentos jurídicos para refrendar la posición que considera el burnout como enfermedad profesional u ocupacional.
Para los investigadores de este ensayo, dada la connotación de éste tópico, su crecimiento ante la era de avanzada, de la tecnología y de la globalización, así como los factores condicionantes en el ambiente laboral de las organizaciones, invitan a pensar, que faltará muy poco tiempo, para que los estrados judiciales sean invadidos por solicitudes, que pretendan indemnizaciones, derivadas de la enfermedad causada por el trabajo o con ocasión del trabajo, denominada: burnout, desgaste profesional, o síndrome del quemado. Al menos, los basamentos legales en los cuales los juzgadores podrán amparar sus decisiones, ya existen.
Prevención del Burnout, Desgaste Profesional, o Síndrome del Quemado
Los especialistas en Recursos Humanos, han logrado determinar que mientras mayor sea el grado de control ejercido por las organizaciones, la desmotivación del personal se acrece. Es por ello, estos especialistas, en la actualidad sugieren la adopción de organizaciones lineales, horizontales o planas.
Prevenir las enfermedades, no resulta tarea fácil, en todo caso las investigaciones son efectuadas para saber los factores y variables que las influyen, con la intención de disminuirlos o eliminarlos, para así poder curarlas o prevenirlas.
De tal suerte, que al haber analizado el burnout en su conformación tridimensional, así como sus rasgos definitorios y variables de medición, propicio es decir, que la prevención va ligada a las recomendaciones que pudieran aportarse en aras de su posible erradicación.
En este sentido, las normas legales esbozadas en cuando a su consagración como enfermedad profesional, propenden la prevención de la enfermedad, a través del saneamiento de los ambientes laborales, y de la eliminación de los factores de riesgo.
Desde el punto de vista psicológico, para evitar que un trabajo queme al trabajador, ha de reunir una serie de características: que sea motivador, que no sea repetitivo y que exista cierto reconocimiento de la labor. Por desgracia, en la mayoría de las organizaciones, en raras ocasiones, se dan estas condiciones. Sin embargo existen variadas soluciones para aminorar el síndrome, siendo que lo más importante, es que el profesional asuma su problema y quiera solucionarlo. A nivel personal, existen estrategias que pueden evitar o prevenir el síndrome del quemado, algunas de las cuales serán referidas en el inciso de las recomendaciones. No obstante, propicio es recordar, que actualmente, el mercado está minado de una serie de terapias para mermar las dolencias causadas por el trabajo (aromaterapia, risoterapia, cristaloterapia, etc.), sin olvidar que los correctivos y medidas deben ser fundamentalmente, adoptadas por la organización
La mayoría de las técnicas para prevenir, controlar, o eliminar el síndrome, dependen del ambiente de trabajo donde se esté laborando, y algunas situaciones serán insalvables, pero lo que hay que tener claro es que el burnot como enfermedades ocupacional, tiene que ver con la respuesta personal ante la vida y el trabajo. Los frecuentes cambios en el entorno laboral actual, exigen una gran capacidad de adaptación y la reacción que se tenga ante ellos, puede ser decisiva para superarlos o no. Por lo tanto, la actitud que tiene el individuo es fundamental para la cura de la enfermedad.


CONCLUSIONES
Puede decirse que el burnout, desgaste profesional o síndrome del quemado, resulta de una disparidad entre las expectativas e ideales individuales del trabajador (profesional o no), y la dura realidad del medio ambiente de trabajo, en concatenación con la vida cotidiana.
El estudiado estado patológico, por lo general, se incuba durante un tiempo, y permanece latente, sin que pueda ser apreciado por la persona afectada. No obstante, el individuo que padece de burnout, va cambiando sus actitudes hacia el trabajo y hacia las personas con las que trabaja, hasta que el proceso termina. Puede sentirlo a nivel emocional como una activación excesiva, por sus síntomas o por su conducta en el trabajo.
La técnica formal o estilo que utiliza cada persona para afrontar estas señales de alarma va a ser crucial para que se desarrolle o no el síndrome. No obstante, es preciso reconocer que no hay ninguna estrategia de afrontamiento que sea válida de forma universal, por lo tanto, la persona afectada por el burnout, desgaste profesional o síndrome del quemado, debe ser atendida por un profesional de la medicina, quien determinará el respectivo tratamiento, siendo que, el primer paso para poder sanar es el reconocimiento de la enfermedad y tener ánimo para seguir adelante.
En atención a las consideraciones antes expuestas, se concluye que:
1.- El burnout puede estimarse como una enfermedad profesional u ocupacional.
2.- Afecta a todo tipo de trabajador, según el análisis de las investigaciones actuales, tanto profesionales como no profesionales.
3.- La actitud hacia el trabajo, así como el comportamiento del individuo en su trabajo (forma de hacer el trabajo, trato con las personas, entereza para laborar, afrontamiento de situaciones, etc.), es determinante al momento de diagnosticar el padecimiento del síndrome.
4.- El desgaste profesional entendido como un síndrome multicausal, afecta fundamentalmente a las personas cuya labor está basada en la relación con otras personas, ya se trate de clientes, pacientes, o bien, personal de la empresa.
5.- Las organizaciones (empresas e instituciones), deben luchar contra los problemas asociados al burnout (baja productividad, ausentismo, desmotivación, frustración, dolencias físicas y psíquicas, etc.), para controlarlo, preverlo o eliminarlo.
6.- El burnout como patología, trasciende lo laboral, y penetra en el entorno familiar y personal del trabajador que lo padece; y va más allá, afectando además, a la organización para la que trabaja, y en definitiva, a aquellas personas a quienes les presta servicio.
Para combatir la enfermedad, la ciencia médica sugiere una serie de tratamientos, que envuelven la esfera física y psíquica del individuo, siendo que es fundamental la actitud asumida por el afectado para luchar contra la dolencia.
Finalmente, de seguida los investigadores ofrecen una serie de recomendaciones, a fin de prevenir, controlar o eliminar el burnout, desgaste proesional, o síndrome del quemado.






RECOMENDACIONES
Ante la conclusión del burnout, desgaste profesional o síndrome del quemado, como enfermedad profesional u ocupacional, es menester minimizar los factores multicausales que la generan. De seguida se enumeran una serie de recomendaciones formuladas para prevenir, controlar y disminuir el síndrome, a saber:
¨ Consagración legal como enfermedad profesional u ocupacional, con la consecuente instauración de normas reglamentarias destinadas a la protección del trabajador afectado.
¨ Implementación de un sistema integral de prevención, basado fundamentalmente en la educación de los individuos y en la administración de los cambios organizacionales.
¨ Elevación de la autoestima.
¨ Práctica de terapias de humor (risoterapias).
¨ Práctica de ejercicio físico.
¨ Seminarios, talleres y charlas de superación personal y profesional.
¨ Actitudes de dominio y entereza ante los problemas laborales.
¨ Motivación e incentivos laborales.
¨ Reconocimiento empresarial e institucional del trabajo de la masa laboral.
¨ Dominio de técnicas de autocontrol y resistencia.
¨ Eliminación de la sobrecarga de tareas habituales.
¨ Información de las inquietudes que aquejan a los trabajadores para prevenir, controlar o eliminar situaciones de angustia laboral.
¨ Clarificación, y unificación de tareas.
¨ Pedir ayuda en el momento oportuno, pues algunas personas se queman cuando se les exigen tareas para las cuales no están preparados.
¨ Llevar una vida sana, con una nutrición equilibrada, durmiendo un número de horas suficientes.
¨ No abusar del café, tabaco, alcohol y otros estimulantes.
¨ Mantener unas relaciones interpersonales satisfactorias, favoreciendo un ambiente de trabajo agradable, compartiendo emociones y sentimientos con los compañeros.
¨ Dedicar una parte de la jornada al tiempo libre. No es tan importante disponer de mucho tiempo libre, sino la calidad del tiempo disfrutado, sea mucho o muy poco.
Por último, se debe indicar, que todas las intervenciones dirigidas a prevenir el síndrome, deben ser planificadas y diseñadas según el componente específico que pretende corregirse.










































OBJETIVOS DEL ENSAYO

Objetivo General

La presente investigación tiene como objetivo general: Estudiar el Burnout, Desgaste Profesional o Síndrome del Quemado considerado como enfermedad profesional u ocupacional.

Objetivos Específicos

Para cumplir el objetivo general, los investigadores se plantearon los siguientes objetivos específicos:
1. Determinar el marco conceptual, los orígenes y antecedentes del burnout.
2. Precisar las características, sintomatología y personas a quienes afecta la patología.
3. Señalar las diferencias del burnout con otras afecciones y su forma de medición.
4. Estimar el burnout como enfermedad ocupacional.
5. Indicar recomendaciones para prevenir el síndrome.

METODOLOGIA DEL ENSAYO

Para estudiar el burnout, desgaste profesional o síndrome del quemado como enfermedad profesional u ocupacional, se asumió un nivel o esquema de investigación descriptivo, que permitió la caracterización de la situación concreta, a través de sus rasgos peculiares o diferenciadores.
El nivel descriptivo es uno de los más importantes dentro del proceso de investigación y el utilizado con mayor frecuencia, ya que al ser acogido, resulta apropiado para dar respuesta a las interrogantes: ¿Qué es?, ¿Cómo es?, ¿Dónde está?, ¿De qué está hecho?, ¿ Cómo se interrelacionan sus partes?. Lo que en definitiva, permite a los investigadores, explicar la composición y la configuración del problema planteado.
Por lo que respecta al diseño empleado, el mismo es bibliográfico, pues se utilizaron datos secundarios, obtenidos con antelación por otros investigadores. Con la aplicación del diseño bibliográfico se recolectó información y conocimientos previos sobre el síndrome de desgaste profesional o burnout, lo que conllevó a su sistematización y presentación de un nuevo análisis sobre el tema, desde la óptica de los investigadores. Las técnicas de recolección de datos fueron la lectura evaluativo y el resumen.
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