lunes, 20 de julio de 2015
«Cuando se es amigo una vez, se es amigo siempre.
Somos amigos de las palabras y de los gestos.
De los recuerdos, momentos, consejos.
Cuando no se es amigo, se olvida muy pronto.
Y queda el residuo amargo de la crítica insípida.
Y las siluetas una vez más, parecen muertas.
Porque no hemos comprendido una razón,
costará entenderla cuando el destino
una vez más nos acerque.
Hay una actitud que dice adiós como si fuera ventana,
porque las cosas así son como golpes secos,
no tienen puertas.
Y es que no hay llave que abra salida
a un desenlace inesperado.
(Las cosas inesperadas me acostumbré a esperarlas).
Puede que un día haya pasado el tiempo (el que aboya).
Puede que ese día no comprenda la vida.
(La vida sólo comprende a pocos.
A mí nadie me entiende).
Entonces una franela beige; en el hombro tu nombre.
Quizás allí porque así no logras pasar inadvertida.
Encabezando así, la lista de una época
que siempre intenté arrancar sin éxito.
Cuando se es amigo una vez, se es amigo siempre;
recordaré habértelo escrito
y habré perdido lo que rodea a esta noche.
Seremos amigos de las palabras y de los gestos.
De aquellos recuerdos y aquellos consejos».
COMENTARIO A MI POEMA «Cuando se es amigo una vez, se es amigo siempre»: Está en mi poemario LA GENTE Y YO, PRIMERA PARTE.
Atentamente,
Diego Enrique Riera Blanco.
”No
culpes a nadie. Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque
fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la
dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca
te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y
acéptala. De una manera u otra es el
resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. No te
amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No
olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de
quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa
menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin
alimentarlos morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande
que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y
serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tu mismo eres tu destino. Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los
fracasados”. Pablo Neruda
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